Le ocasionó dos heridas, una en el cuello y otra en la rodilla
José Manuel Alarcón López de 45 años, se dedicaba recientemente a darle de comer a los inmigrantes venezolanos que estan en Bucaramanga, Colombia. En la ciola que se formaba siempre entre los venezolanos que recibian la ayuda, se coló el joven veinteañero Nelson José Acurero Pérez, quien le dijo a Alarcón López que llevaba dos días sin comer.
Colombia//Notipascua.com//
La agresión que generó repudio entre ciudadanos bumangueses sucedió sobre las 6:30 de la noche del pasado miércoles, en momentos en que Alarcón López, de 45 años, como era habitual, se encontraba adelantado una labor humanitaria repartiendo alimentos a la población inmigrante que reside en el Parque García Rovira del centro de Bucaramanga.
Dentro de la población de venezolanos que estaban formados para recibir la comida se encontraba el joven veinteañero Nelson José Acurero Pérez, natural de Coro, quien intentó colarse en la fila argumentando que tenía hambre porque llevaba dos días sin comer, pero el bumangués le recriminó por hacerlo y lo empujó.
El joven inmigrante venezolano desenfundó un arma blanca y se la clavó en el cuello. No contento con esto, el venezolano aprovechó que su oponente se cayó y le ocasionó otra herida en la rodilla.
Algunos inmigrantes agredieron al presunto responsable. Al lugar arribó la Policía y posteriormente lo capturó. A José Manuel Alarcón López, más conocido como Mamelín, le daba de comer a los extranjeros del vecino país, que residen en el Parque García Rovira del centro de Bucaramanga, lo llevaron al área de urgencias del Hospital Universitario de Santander, HUS, en donde fue intervenido quirúrgicamente y se encontraba fuera de peligro.
El joven venezolano en su defensa explicó que, “La gente estaba empezando a alborotarse y se metieron en la fila. Ahí llegó el señor a ponerle orden y caerle a golpes a todo el mundo porque se estaban robando el jugo.
«Me agarró a mí a puños, entonces me llené de rabia y tuve que responderle con una patada, luego lo insulté y le dije que me dejara quieto porque yo soy calmado, pero si se meten conmigo a las malas, a las malas voy. Me fui para un lugar y de la misma rabia me dejé llevar y pasó lo que pasó”.
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