Aunque para Bitcoin, y por ende la mayoría del resto del criptomercado, el final del presente año era bastante optimista según algunas previsiones muy citadas en la red, lo cierto es que las últimas noticias en torno a la variante omicrón le han sentado a las criptomonedas igual de mal que a otros indicadores como pueden ser el Standard and Poor’s 500, dado que la famosa criptomoneda ha llegado a protagonizar una caída mayor del 15 por ciento durante los primeros días de diciembre, una noticia que ha asustado a algunos y que sin embargo para otros ha supuesto un nuevo black friday que aprovechar para hacer crecer aún más sus reservas de Bitcoin.
Pero a pesar de que las criptomonedas son un activo sumamente interesante para multitud de importantes actores del mundo de las finanzas no se debe perder de vista la blockchain que las sustenta, una herramienta tecnológica que puede resultar muy atractiva independientemente de que el mercado caiga o suba, ya que, a pesar de que esa volatilidad se utiliza para invertir en criptomonedas incluso en plataformas de trading con apalancamiento -lo cual añade riesgos adicionales- en cuanto a lo que la blockchain se refiere dichos movimientos no suponen ninguna diferencia, ni positiva ni negativa.
La cadena que sustenta un mercado billonario
La blockchain o cadena de bloques es por así decirlo un Libro Mayor que registra todas las transacciones realizadas con una criptomoneda y del cual todos los usuarios son partícipes, de esta forma garantizan la autenticidad e inalterabilidad del mismo, lo que además tiene el deseable efecto secundario de agilizar y abaratar la burocracia intrínseca a los intercambios financieros y que por lo tanto tiene muchas y muy atractivas aplicaciones en todo tipo de sectores, como puede ser el mercado inmobiliario, y es que la compra de una vivienda tiene gastos asociados que pueden llegar a ser realmente onerosos, como pueden ser los gastos en notaria, y que sin embargo son imprescindibles, ya que es necesario que un fedatario público atestigüe el cambio de propiedad, algo que la blockchain por sus propiedad de inalterabilidad y acceso público podría hacer innecesario en un futuro gracias a los contratos inteligentes, contratos que se ejecutan automáticamente cuando las partes cumplen lo pactado en el contrato, en este caso el cambio de titularidad cuando el comprador hace efectivo el pago al vendedor.
Pero por muy atractiva y útil que pueda llegar a ser la blockchain en un futuro cercano no quita para que en estos momentos el grueso de la atención pública la reciban las criptomonedas, incluso aquellas que no se llaman Bitcoin o Ethereum.
Las mejores criptomonedas del 2021
Aunque a veces es difícil medir el éxito de un activo, es indudable que las criptomonedas que ocupan los primeros puestos de la lista de las más capitalizadas han dispensado -al menos hasta el momento en el que se escriben estas líneas- notables alegrías a aquellos que se hicieran con ellas en el momento oportuno.
Sin ir más lejos los inversores en criptomonedas tienen el ejemplo de cardano o ADA, la cual a pesar de no haber logrado retener la tercera posición como la criptomoneda más capitalizada -posición que para algunos de sus más acérrimos defensores merecería-, ha experimentado un crecimiento muy notable durante el 2021, año que empezó cotizando a 17 centavos y que logró aumentar hasta cerca de los tres dólares, aunque en estos momentos no logre alcanzar el dólar y medio, quizás decepcionante para los cortoplacistas, pero sin duda muy meritorio para los que analicen el cuadro completo.
Un comportamiento similar pero aún mejor lo ha tenido la criptomoneda binance coin o BNB, no por nada empezó el año con un valor por debajo de los 40 dólares y que, aunque en algún momento del 2021 ha llegado a superar con holgura los 600 dólares, en estos momentos se cifra muy cerca de los 580 dólares.
Aún así no todo es de color de rosa en el mercado de las criptomonedas ya que monedas como ICP han perdido gran parte de su valor desde que aparecieron y otras como Dogecoin parecen haber dejado de contar con la popularidad de antaño, aunque su valor es muy superior al que tenía allá por el lejano 1 de enero del 2021.
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