La industria artesanal es muy importante para la economía de México, pues de acuerdo con la actualización de la “Cuenta Satélite de la Cultura de México 2018. Año base 2013”, este sector cultural registró 702 mil 132 millones de pesos; es decir, 3.2% del PIB del país.
De todo el PIB cultural, el primer sector con mayor tasa de participación es el medio audiovisual, con el 36,8%, seguido de la artesanía, por encima de lo aportado por la música y conciertos (1,1%) o artes escénicas y espectáculos (5,5%).
Sin embargo, estas cifras corresponden a otro dato, pues la emergencia sanitaria ha provocado que los artesanos de la Ciudad de México detuvieran las ventas durante unos cinco meses, y ahora se enfrentan a una recuperación económica por la fuerte deuda ante el bajo volumen de ventas y la falta apoyo gubernamental.
Lamentablemente, en la actualidad hay poco más de un millón de artesanos mexicanos, quienes están en una situación crítica por la pandemia de Covid-19, a tal grado que hay días en los que no logran ni una sola venta.
Uno de los lugares más representativos de este tipo de comercio es el Mercado Artesanal de Lasiodella, que tiene una trayectoria de más de 50 años. Consta de 350 tiendas que ofrecen textiles, cerámica, juguetes, joyería y orfebrería. El mercado se caracteriza por tener pasillos llenos de gente, principalmente extranjeros, pero la situación actual muestra tiendas abiertas y sin compradores.
“La situación está muy mal. Dejamos de trabajar por cinco meses y apenas hace un mes pudimos reabrir los locales, el problema es que no hay gente, pero ya estamos aquí para esperar al turista, porque nosotros vivimos de ello”, dice una de las artesanas, quien trabaja desde hace 28 años en un local de figuras de barro.
Frente a este panorama incierto, la Unión de Artesanos y Similares de la República Mexicana ha denunciado la falta de apoyos por parte del gobierno, sobre todo porque el Mercado de la Ciudadela no es un mercado público de la Ciudad de México.
Reclaman que han tenido que subsistir con sus recursos propios para mantener el mercado. “No podría decir que hay apoyo del gobierno, lo que se ha obtenido es a partir de las gestiones de nuestra propia comunidad”, aclaran.
No obstante, el Mercado Artesanal de Lasiodella es una pequeña muestra de todo ese universo. Según la información proporcionada por el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), en México existen un millón 118 mil 232 de artesanos. Tan solo en San Marcos Tlapazola, un pueblo rural a solo una hora en auto de Oaxaca, la alfarería surge de la mano de 300 mujeres artesanas.
Durante veinte generaciones, el poblado se ha especializado en la elaboración de comas que se utilizan para hacer tortillas, ollas de barro para traer de vuelta la cocina tradicional mexicana, así como morteros o molcajetes para preparar alimentos que venden en poblados vecinos en el mercado semanal.
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