Los clásicos ineludibles de Barcelona
La hermosa Barcelona es un legado de joyas arquitectónicas, momentos, guardados en calles, edificios y locales. Todos persisten a través del tiempo, se reinventan y guardan su esencia para tomar ventaja a su adaptación. Las corrientes artísticas se descubren entre sus paredes, escaleras y pasillos, las fachadas le dan el encanto y es así como se convierten en un tesoro histórico y cultural en la ciudad. Recorre entre los ineludibles lugares que hay que visitar en Barcelona estos hermosos locales.
Cerería Subirá
Más que activo, es considerada la cerería mejor surtida de Barcelona. Fundada en 1761, en la calle dels Corders, en el casco antiguo de la ciudad. Es así como después fue mudada al edificio la Bajada de Llibretería; esto fue en 1847 donde empezó con un tienda de tejidos de nombre La Argentina. Van tres generaciones que han sabido mantener su aspecto original, sin perder el encanto de los detalles de antaño. Es así como destaca una escalera elegante de adarve doble, dos estatuas femeninas que soportan dos lámparas de gas. Hasta pueden reconocerse los colores originales de las paredes y del mobiliario , luego de la restauración de 1892.
Antigua Casa Figueras
El emblema de las Ramblas, la Antigua Casa Figueras era un comercio de pastas. Jaume Figueras buscó al maestro Antoni Ros, que con su equipo decoraron la fachada del local. Todo el local es producto de la construcción de vidrieras, ornamentación escultórica, trabajos de forja, pinturas, entre otras. Al convertirse en pastelería su legado artístico fue un poco opacado por las delicias de los bombones, pastas y pasteles que ahí se preparan. Un local que es un deleite en su interior y su exterior.
El café de la Ópera
Su historia inicia en 1837. Uno de los locales más antiguo de Barcelona. Sus comienzos son como una tasca-hotel, es así como cambia a chocolatería de estilo vienes. De esta manera su decoración con paredes de madera , pinturas y cristales la colmaron de elegancia, todo en un corte clásico donde se reunían ricos y burgueses de la época. Hasta se dice que el rey Alfonso XIII disfrutaba sus productos. Como tesoro de gran valor guardan tres libros llenos de las firmas de los visitantes de ese entonces. Las remodelaciones parciales del local permitieron darle un aire neoclásico y modernista. Así es como la puerta principal con marco de madera tallada , paneles pintados sobre tela y espejos labrados delicadamente. Al darle un nuevo tiempo y llamarlo Café de l´Opera se ha mantenido en el tiempo sin dejar de funciona ni siquiera en tiempos de guerra.
Restaurante Reñe
Se encuentra en el 362 de Consell de Cent. Destaca de todos los demás por parecer haberse detenido en el tiempo, el restaurante Reñe es un bistró de detalles modernistas, con una exquisita gastronomía catalana. Es así como sus comienzos fueron de confitería, especializada en bombones y pasteles. La tienda original la diseño Enric Llardent cuyos materiales principales fueron mármol y la caoba utilizados en escaparates y zócalos. Luego, como restaurante le tocó la reforma al artista Carlos Martínez que mantuvo su aire modernista para que no perdiera su apariencia de bistró francés.
Els Quatre Gats
No es el más antiguo, pero si, el más bohemio de la ciudad, famoso por su inclusión en la película de Woody Allen, Vicky. Inaugurado en 1897 cumplió su cometido como taberna popular de buena comida y barata, sin faltar el ambiente musical del piano. Cerró en 1903 y reabrió gracias a tres empresarios de intenciones gastronómicas que mantuvieron su espíritu Barcelonés y convertirlo en el lugar especial que es hoy en día.
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