Si todavía no te has impresionado con nada que tus ojos hayan visto. Entonces deben ver estos inmensos acantilados, que poseen una data de formación de miles de años.
En un breve recorrido solo conoceremos algunos de las más impresionantes formaciones de rocas pendientes en formación vertical, que generalmente están en las costas de la mar embravecida.
Cabo Girao
Con más de 580 metros de altura, este acantilado en Madeira no solo ofrece su estructura impresionante, pues además te regala unas vistas formidables desde su cúspide un mirador con piso transparente de cristal. Desde donde puedes observar a toda Madeira en su esplendor, cuando se abre ante los ojos de los espectadores en un mágico contraste entre lo verde de la montaña y el inmenso azul del mar. Justo desde allí podrás hacer deportes extremos como: Salto Base y Paracaidismo. Aquí la bella Europa muestra su parte más alta.
Navagio
Anclado en una la playa de arenales muy blancos, en la zona insular de Zakynthos en Grecia. Una formación de acantilados en color marfil, unos de los más espectaculares del mundo. No son aptos para los vertiginosos. Alejados de la civilización su acceso es por barco. Esta travesía sin duda alguna es tan prometedora, por las encantadoras vistas que ofrece.
Gasadalur
Gasadalur en las islas Feroe de Dinamarca. Tuvo acceso gracias a un túnel que se construyó hacia esa zona. Se erige un impresionante acantilado, al cual a través del túnel puedes llegar en vehículo. En vía hacia los acantilados se puede apreciar el encanto de la naturaleza, en unos panoramas hermosos, donde se pueden apreciar unas cataratas que despiden un olor a frescura, que contrastan con lo verde del paisaje.
Na Pali
Déjate impresionar por Hawai y sus muchos encantos muy al norte del Pacífico. Si eres un cinéfilo, este lugar seguro te llevará a las escenas de Jurassic Park o King Kong. Estos grandes y maravillosos acantilado ocupan un área del Valle que se extienden por aproximadamente 26 kilómetros. Cuyo espacio pertenece al Parque Protegido. En su más alta cúspide estos miden 1.200 metros de altura sobre el Océano Pacífico. Es importante destacar que su acceso es un poco complicado, pero que por su belleza infinita vale la pena hacer la travesía.
Puente Nuevo
Nuevamente el país vasco se engalana en poder tener y ofrecer una de estas formaciones impresionantes que justo en Málaga a norte de España, se enclavan con majestuosidad. En el pueblo de Ronda, una grácil estampa de un puente, justo arriba que se asoma a un abismo de 100 metros de caída, desde sobre el acantilado. Allí estoico esperando la dulce brisa que pasa a través del cañón y por ende a través del puente.
Es fácil perder la vista en la majestuosidad y grandeza de estas formaciones
El Gran Cañón
Sin duda este monumento natural en América del Norte no podría faltar. Es uno de los más grandes del mundo con 440 kilómetros de altura en Colorado de los EE.UU. Y con aproximadamente 1.500 kilómetros de extensión. Sin duda es un hermoso lugar de tierra al que hay que visitar y deleitarse con la magia del lugar. Su nombre se debe al color de la tierra de la zona. Su formación se remonta 200 millones de años, el río que lo atravesó aún pasa por el lugar, contrastando la inmensidad del espacio. Lugares de ensueño de los que te enamoras para siempre
Roca Kicker
América del Sur, Ecuador, también alberga, una formación en las islas Galápagos en medio del Pacífico. En la Roca León Dormido, así se le conoce en el lugar. Tiene 114 metros de altura, es un lugar que sirve de refugio de aves, leones marinos, tortugas y muchísimos más. Se formó debido a la erosión volcánica procedente de la Isla San Cristóbal. El deporte favorito del lugar es el snorkel o buceo. Es un verdadero paraíso marino. Bondades naturales dignas de visitar alguna vez en la vida
Preikestolen
Su traducción en español es El Púlpito, un sitio muy concurrido en Noruega. Visitada por miles de turistas anualmente. A su cima se puede llegar caminando por varias horas por algunos caminos montaña arriba, a su alrededor existen lagos glaciares. Una vez en la cúspide se olvida la travesía al contemplar lo formidable del lugar donde se asoma el Fiordo de Lyse de aproximadamente 600 metros.
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