Sin duda alguna nunca estaremos dispuestos a envejecer. Siempre apostamos por que esta condición humana se retrase en el tiempo. Así que hacemos de todo para conservarnos longevos.
Vamos al gym, usamos cremas, botox, hasta el extremo cuando la opción contempla una sala de quirófano. Sin duda siempre queremos lucir jóvenes y resplandecientes. La ciencia apoya estos tipos de deseos en los humanos y ha ideado un sin número de experimentos, en sustancias, vitaminas, regímenes y dietas y pare de contar.
Un sinfín de compuestos para untarnos, colocarnos, la inyección de botox, la lipoescultura, liposucción, láser, cámaras, etc,etc,etc.
¿Alguna vez alguien nos dijo o nos habló de nuestros malos hábitos faciales?
Pues sí, así como lo oyen, muchas personas solemos tener malos hábitos faciales y… La piel es muy delicada y sensible. Algunos pudiéramos sufrir el Síndrome de la Madrastra de Blancanieves, queremos conservar la ligera juventud a cualquier precio. Así que algunos expertos apuestan a que evitando ciertos gestos faciales, ayudaríamos a nuestra piel a conservar un poco más su tersura y tensión.
Sin ser consiente, diariamente realizamos gestos en el rostro, que promueven las arrugas y líneas de expresión de forma prematura. Así que indicaremos un ejercicio o actividad delante del espejo de fruncir nuestra cara, tal como cuando estamos molestos y cuando el sol nos da justo en el rostro, succionar, reír, y de asombro. Esto debemos hacerlo por cierto y determinado tiempo, solo con el único objetivo para puntualizar los lugares donde hacemos énfasis cuando gesticulamos y estar consciente de las marcas que ocurren.
Una planta maravillosa que ayuda al cuidado de nuestra piel
Primeramente revisaremos los hábitos más frecuentes
Exponernos al sol
Olvidándonos por completo de las horas enteras cuando nos tendemos en algún arenal para “broncear nuestra piel”, debido a que esas cosas solemos hacerlas sin mucha frecuencia.
Debemos repasar siempre algunas recomendaciones para ir a la playa
Así que nos referimos cuando salimos de casa sin gafas, o sombrero, y sin un buen protector solar. Debido a que el sol es un gran ladrón de colágeno y humedad de la piel, aun cuando nos aporta vitamina D, la constante exposición al sol, trae malas consecuencias a nuestra piel, nos aparecen manchas, arrugas y re-sequedad.
Por ese importante motivo, es necesario protegernos del sol con mayor frecuencia y así colaboramos con prolongar nuestra juventud por más tiempo.
Reírse muy prolongadamente
No queremos desestimar la estimulación de la felicidad y el bienestar que da al organismo. Ciertamente estar feliz estimula algunas secreciones hormonales beneficiosas, pero esas se pueden estimular no solamente viendo chistes todos los días, sino que por otros medios se pueden obtener, como comerse un buen y rico helado, respirar aire puro en el campo, dar un obsequio a un niño, y oír música de nuestro agrado. Así que evitemos reírnos mucho y todos los días porque estas expresiones son las que menos duelen y por tal motivo nos gusta estimular, nuestra felicidad a través de esta práctica que genera muchas arrugas y marcadas líneas de expresión al rostro.
Cuando enfadamos
Esas líneas generalmente duelen más que ninguna otra, se marcan tanto que pueden estamparse de una vez en el rostro y no desaparecer ni con una buena terapia. Las arrugas en la frente aparecen, las llamadas patas de gallo y labiales.
Fumar o beber con pajitas
Hablando de los labios. Los labios sufren cada vez que tenemos un cigarrillo en la boca o succionamos con pajitas, son prácticas nefasta que nos marcan los labios, así muchos piensen que se ven sexys haciendo o teniendo estos hábitos, solo colaboramos en dañar nuestra apariencia de juventud.
Los malos hábitos alimenticios también contribuyen a que nuestra piel envejezca prematuramente
Cuando no descansamos
Cuando nos trasnochamos, bebemos, bailamos y frecuentamos tener actividades nocturnas, no permitiéndonos descansar adecuadamente. Colaboramos en vernos envejecidos. Y no solo nos vemos, así nos vamos poniendo prematuramente. A tal grado que las consecuencias suelen ser irreversibles. Debido a que según la ciencia y los estudiosos, es necesario descansar, o dormir el tiempo suficiente que permita al organismo a renovarse celularmente. Así que si dormimos adecuadamente, observando el tiempo de descanso pertinente, nuestro rostro lucirá muy joven y descansado. Existen nuevas técnicas para los cuidados de la piel como el mindfulness. Esta técnica se basa, en dedicar una hora al día a despejarse de las tensiones y el estrés, usando métodos de respiración y meditación,lo que ayudará a tener una apariencia más joven.
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