«Mis amigos y yo no somos peligrosos ni criminales, solo queremos trabajar para comer y tener otra vida»
Ceuta población española frontera con África se encuentra en medio de una crisis migratoria, ya que desde el pasado lunes un aproximado de 8000 personas han llegado a esta población provenientes de Marruecos, son varones, muy jóvenes, que se acercan a los periodistas para dar su opinión para decir que lo que está ocurriendo es un problema de pobreza y de falta de trabajo
Duermen en parques o donde pueden y como máximo llevan una bolsa de plástico en la mano con comida que aseguran les han regalado: «¡Viva España, no Mohamed!», dicen sobre su deseo de trabajar en España y en rechazo al rey de Marruecos, Mohamed VI, del que aseguran que es «millonario», mientras que miles de ciudadanos son pobres.
Para hablar con ellos basta con ir a cualquier punto de Ceuta, incluso en la céntrica y arbolada plaza de África, donde está la sede del Ayuntamiento, el Parador de Turismo o la catedral de la Asunción y por donde los policías que pasan en sus vehículos junto a ellos se limitan a observar la conversación con la prensa.
Ninguno de los consultados por la agencia de noticias Efe relacionan lo ocurrido en la frontera con el hecho de que el jefe del Frente Polisario, Brahim Gali, está siendo atendido en un hospital español.
«Yo no quiero política», explica Meadi Zouaki, marroquí de 24 años, que mezcla en su aturullado y enfático testimonio de indignación el español, el árabe y el inglés.
«Mis amigos y yo no somos peligrosos ni criminales, solo queremos trabajar para comer y tener otra vida», insiste antes de agradecer a los ceutíes la amabilidad por proporcionarles comida y una manta para dormir al aire libre.
Durante la charla con este inmigrante, a la que se suman espontáneamente otros jóvenes, pasa junto a ellos el líder del partido de ultraderecha español (Vox), Santiago Abascal, que saluda cordialmente a los periodistas españoles antes de ofrecer una rueda de prensa en la frontera del Tarajal, por donde entraron en poco más de 24 horas unos 8.000 inmigrantes ilegalmente.
La ultraderecha española, considera lo sucedido estos días no es «ninguna crisis migratoria» sino una «auténtica invasión» que ha sido «orquestada y dirigida» por Marruecos, según dijo hoy Abascal en Ceuta.
Youssef Essadiki, de 23 años y residente en la ciudad cercana de M’diq, Rincón en español, es el que ofrece una definición de quiénes son los que cruzaron la frontera ante la pasividad de las autoridades marroquíes: «Somos pobres víctimas».
Este inmigrante se fue hasta la frontera porque leyó en las noticias que dejaban pasar «a los magrebíes y los africanos», y afirma que ya lo había hecho antes con pasaporte, pero que tras el cierre del paso fronterizo por la covid-19 se había convertido en un «pobre» debido a la crisis económica.
«Necesitamos entrar porque es una oportunidad», subraya antes de expresar su anhelo por encontrar un trabajo en Algeciras y poder ser «más positivo».
Espera no ser de los que han regresado voluntariamente a Marruecos, que son los que «no tienen nada para quedarse» y van en aumento desde el martes al mediodía, según confirmaron los soldados desplazados a la frontera.
De acuerdo a los datos oficiales, de los 8.000 inmigrantes que llegaron a Ceuta en los dos últimos días, 4.800 han regresado ya a su país.
Hamza El Mouda, solo dice algunas palabras en español, «no padre, no madre, no trabajo», y enseña la cara con heridas en la boca, el ojo y la oreja, que atribuye a la actuación de la policía marroquí.
«No tenemos nada en Marruecos, te lo juro por mi madre, y el rey es millonario», se queja otro joven, Mohamed el Morabi.
Control policial y militar en Ceuta
Melilla ha recibido este miércoles el refuerzo de 20 agentes de la Guardia Civil «para apoyar el servicio de control migratorio y vigilancia del perímetro fronterizo», en el día que se constituye el Centro de Coordinación (Cecor) formado por las fuerzas policiales y el Ejército, bajo la presidencia de la delegada del Gobierno.
La llegada de los guardias civiles de refuerzo se produce 24 horas después de la visita por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a las ciudades españolas del norte de África, Ceuta y Melilla, a raíz de la crisis migratoria que se ha originado desde el lunes con la entrada de más de 8.000 personas en Ceuta y 80 en Melilla.
La delegada del Gobierno melillense, Sabrina Moh, ha destacado que con este nuevo contingente «se cumple el compromiso anunciado por el presidente Pedro Sánchez», que el martes avanzó en una declaración institucional desde el Palacio de La Moncloa que se iban a reforzar Ceuta y Melilla. (Ep)
Con información de 800 noticias/ El País
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