«Llamarse gobierno y no serlo es la desgracia más grande que pueda soportar el noble pueblo guariqueño”, dijo Eduardo Correa
Freddy Arveláez Gámez
Valle de la Pascua.- Ni modo, no queda otra opción que buscar agua donde y como se consiga por cuanto las autoridades competentes no han encontrado la fórmula para suministrar o prestar el vital servicio a los vallepascuenses. Mientras, niños, jóvenes y adultos hacen cola en diversos lugares de la ciudad donde expenden y hasta regalan cierta cantidad de agua que ayude a solventar requerimientos básicos en los hogares.
Dada la circunstancia de emergencia que se vive en la capital del municipio Infante, últimamente se ha puesto de moda una cuadra de la calle Las Flores, por cuanto allí se ubican varias viviendas donde los desesperados habitantes se surten con agua proveniente de pozo al precio solidario de Bs.S 50 por cada botellón de 20 litros. En uno de esos lugares contactamos a Miguel Ledezma, quien de manera cívica esperaba turno en la cola de 15 personas para llenar cuatro envases; “esta situación es una calamidad por cuanto el agua debe fluir regularmente en la red de distribución doméstica, pero aquí estoy buscando y comprando donde se consiga porque estamos secos y se requiere para las necesidades básicas, mientras tanto debemos tener paciencia en cola ya que el pozo tiende a achicarse y entonces el caudal debe reponerse”, declaró el entrevistado.
Por su parte, otro usuario se refirió a la problemática referida con las reiteradas instalaciones y respectivas quemas de los fulanos motores que deben impulsar el caudal de agua desde el embalse de Tamanaco hasta la planta potabilizadora de Hidropáez en Valle de la Pascua. “Ellos dicen que el motor se quema una vez montado, entiendo que la causa debe surgir porque los transformadores no están trabajando al voltaje 440 que es lo requerido, o tal vez se le atribuya al grafito que tranca el eje del motor, en tal sentido Hidropáez y la Alcaldía deben contar con un técnico altamente capacitados para ese oficio respectivo, lo cual parece que no es el caso actual y la situación se ha convertido en crítica e irresponsable, dijo José Luis Martínez, ex-trabajador de la Inos, acentuando que “si esta gente tienen corazón en el pecho que se pongan serios y si no pueden con la responsabilidad que presenten renuncia a la brevedad”, culminó Martínez.
Ineptitud y consecuencias
También sobre la problemática del agua opinaron dos comunicadores sociales vallepascuenses; Víctor Figueroa relató que “la actitud irresponsable de esta gente no tiene nombre, la ineptitud bien remarcada de estos improvisados mandatarios no tiene límites … esto puede tener consecuencias de grandes proporciones y desatarse una gran epidemia entre el colectivo … algo , que yo nunca en mi vida había visto! … total caos!, remató el locutor Víctor Figueroa.
Entre tanto, el poeta y radiodifusor Eduardo Correa, aseveró que es muy triste que una princesa como Valle de la Pascua se muera de sed ante la mirada inclemente de «sus supuestas autoridades» y la respuesta es mentira sobre mentira, es el colmo de la burla y la incapacidad, «llamarse gobierno y no serlo es la desgracia más grande» que pueda soportar un pueblo noble el guariqueño, y es tan noble que no acude al expediente «de la poblada» porque es tan trágica como la propia escasez del líquido desaparecido”, escribió Eduardo Correa.
La inversión debió hacerse en el 2006
El cineasta y laureado documentalista Armando Lenín Prado, recuerda que en diciembre del año 2016, en plena estación de bombeo de Tamanaco, el gobernador Rodríguez Chacín convocó una rueda de prensa para informar de la adquisición de 21 motores con inversión de 1.500 millones de dólares para solventar la problemática que se agravó desde el 2012, motivado a que las máquinas cumplieron su vida útil, pero tal inversión en realidad debió hacerse en el 2006, de allí viene la raíz del vital asunto que a todos nos atañe”, asintió el acucioso guariqueño Armando Lenín Prado, mientras tanto, seguimos de carretilla, en camiones, cisternas, tanques, latas, botellas, botellones, procurando obtener a toda costa, el vital líquido, servicio que debe garantizar el gobierno venezolano, guariqueño y municipal, según la vigente Constitución Nacional.
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