La diseñadora Victoria Beckham cumplió 10 años de trayectoria en el mundo de la moda, largo camino que inició en Nueva York. Ante este evento presentó por primera vez una de sus colecciones en la Fashion Week de Londres
La firma de moda VB ha recorrido un largo camino desde su primer desfile en 2008 en Nueva York, cumpliendo así con éxito el desafío de superar su doble estatuto de excantante del grupo de pop británico Spice Girls y de esposa del célebre futbolista inglés David Bechkahm.
Tras diez años creciendo en el mundo de la moda en Nueva York, Victoria Beckham presenta por primera vez una colección en la Fashion Week de Londres, que este domingo también verá el segundo desfile de Delpozo, firma faro de la moda española.
Con más de 400 puntos de venta en 50 países, oficinas en Londres y Nueva York y una cifra de negocio de 40 millones de euros, su estilo ha ido evolucionando del clasicismo chic que imprimió a sus primeras colecciones hacia cortes más audaces y de sus colores fetiches —negro, gris, blanco— a tonos más llamativos como el naranja fluorescente, el verde menta o el lila.
En este sentido, la diseñadora manifestó durante una entrevista que «Ha sido una increíble aventura, aunque las cosas han sido difíciles. Tuve que aprender extremadamente rápido». Y es que su éxito se basa, asegura, en su inagotable capacidad de trabajo y una feliz vida de familia en Londres su marido y sus cuatro hijos: Brooklyn, Harper, Romeo y Cruz.
Una vida movida
Así sus días empiezan con dos horas de ejercicio físico antes de que los niños se levanten para ir al colegio y terminan con una cena en familia a la que no quiere renunciar por nada. Y es que hay que recordar que Beckham en el 2013 había dicho al New York Times Magazine querer «construir un imperio», llegando a consolidar en 2017 la estructura de su empresa, Victoria Beckham Limited (VBL), con una inversión de 30 millones de libras (34 millones de euros) del grupo NEO Investment Partners, especializado en las marcas de lujo.
Sin embargo, todavía debe esforzarse por reducir sus pérdidas, que en 2016 alcanzaron los 8,5 millones de libras, casi el doble que el año anterior. «Un déficit así no es único en este sector y no constituye necesariamente una falta de credibilidad», señala Naomi Braithwaite, profesora de moda en la Nottingham Trent University. «Se necesita tiempo para construir una marca», agrega.
Semana de la Moda en Londres
Inaugurada el viernes, la semana de la moda de Londres tomó velocidad de crucero el sábado con las colecciones de dos jóvenes creadores británicos Gareth Pugh y Jonathan Anderson.
Los modelos presentados por Anderson, director creativo de la firma de lujo española Loewe pero que desfiló con su propia marca J.W. Anderson, on amplios y aéreos, recubiertos de mallas o de encajes, con un toque bohemio perfectamente asumido y colores terráqueos y orgánicos: crema, anís, ocre y azul cobalto.
Pugh por su parte imaginó un Londres sórdido, cubierto de mal asfalto y contaminado con humos tóxicos, donde mujeres guerreras y provocadoras se rebelan contra el conservadurismo: botas paramilitares, ajustadísmos trajes rojo sangre con motivos geométricos, cortos kimonos de cuero negro, impermeables de plástico y bustiers de dominadora.
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