Un empleado  mató a dos compañeros que se burlaban de él por las secuelas de un cáncer

El hecho se produjo en el barrio San Vicente, en Córdoba, Argentina,  en una fábrica de hielo donde trabajaban tres de los cuatro protagonistas de esta historia

Notipascua//Argentina.- José Gustavo Suárez, de 42 años de edad, había sido operado recientemente de un cáncer de próstata y a raíz de esa situación tenía disfunciones sexuales y problemas para la micción, lo que habría motivado permanentes burlas y chalequeos de sus compañeros de trabajo referidas a su capacidad y su identidad sexual.

Suárez era una persona callada de la que jamás se hubiera podido imaginar una reacción de ese tipo

Mató a sus compañeros de trabajo porque se burlaban de él a cada rato

La operadora del teléfono de emergencias no podía dar crédito a lo que escuchaba. Del otro lado de la línea, un hombre alertaba a la policia de su propio crimen. Acababa de matar a balazos a dos compañeros de trabajo, decía. Otro de ellos, con una tijera clavada en el cuello, agonizaba en el suelo. “Tuve un ataque de furia”, decía. Más tarde, ante la justicia, atribuiría esa reacción a las constantes burlas y chalequeos que,  le hacían sus compañeros por las secuelas que le había dejado una enfermedad.

Mató a sus compañeros en un arranque de ira

Cuando los policías llegaron al lugar encontraron un escenario de pesadilla. Dos hombres muertos a balazos (Ramón Rojas, de 59 años, y su hijo Damián Rojas, de 28), otro (Hugo Herrera, 60) gravemente herido. El autor del violento hecho (José Suárez, 42) entregaba a los efectivos, sin resistencias, el revolver calibre 32 que ese mismo día había llevado al trabajo.

El hecho se produjo en el barrio San Vicente, en Córdoba, Argentina,  en una fábrica de hielo donde trabajaban tres de los cuatro protagonistas de esta historia. El cuarto, Damián Rojas, manejaba una camioneta y era hijo de Ramón, la otra víctima fatal.

Mientras el herido era operado en un hospital de Córdoba por las graves lesiones sufridas en el cuello, se investigaba la salud mental del autor del hecho. El acusado José Gustavo Suárez, quien permanece detenido e imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego reiterado y por lesiones graves calificadas.

El dueño de la fábrica de hielo donde se produjeron los hechos dijo sentirse “destrozado”. Cristóbal Lázaro dijo que “nunca pensamos que esto podía pasar, aunque reconoció que en una charla que había mantenido con el empleado que mató a sus compañeros éste le había confesado que se sentía “incómodo”.  “Los muchachos me embroman, se burlan de mí, me chalequean”, le había dicho José Gustavo Suárez a su jefe.

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