La baja talla es una de las condiciones que justifican el uso de la hormona de crecimiento, pero el correcto diagnóstico y las dosis adecuadas es una delicada tarea que debe estar en manos de especialistas
27 de Julio del 2016.-
Especial.-
Notipascua.- La hormona de crecimiento es una sustancia que se produce de manera natural en la glándula hipófisis, ubicada en la base del cráneo. Es una sustancia que se secreta durante toda la vida, con la función principal en la infancia de actuar sobre el hueso y el tejido conectivo, estimulando el crecimiento y ayudando después en la adultez en diferentes procesos metabólicos.
De acuerdo con el endocrinólogo pediatra, Wilfredo Hernández, una deficiencia de la hormona de crecimiento podría ser la causa de una talla baja en niño, pero el tratamiento adecuado con esta sustancia requiere de un diagnóstico claro y preciso por parte del especialista, para evitar que su abuso cause efectos perjudiciales.
Una forma de abuso es la administración de una dosis muy alta o baja, también cuando se indica la hormona a niños sin necesidad real de la misma. En ese sentido el doctor Hernández alertó que se ha detectado el uso de la sustancia por parte de personal no médico, en niños de las escuelas de beisbol menor en la región oriental.
El galeno, quien fue uno de los conferencistas en las reuniones intercapitulares de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo en Lechería, estado Anzoátegui, indicó que las consecuencias del uso inapropiado de la hormona de crecimiento van desde un gasto elevado en lo económico, hasta el efecto colateral para el niño de que se le cierren prematuramente los núcleos de crecimiento del hueso, teniendo una talla final más baja que la esperada.
Administración adecuada
En casos de deficiencia de hormona de crecimiento en infantes, el inicio de tratamiento será desde el momento en que se haga el diagnóstico, recalcó el endocrinólogo pediatra. La administración puede comenzar a partir de los 2 a 4 años de edad. El doctor Hernandez explicó que se debe tener en cuenta la edad ósea, un índice que se refiere a la maduración esquelética que no necesariamente coincide con la edad cronológica.
Tomando en consideración ese aspecto, el tratamiento se puede administrar cuando la edad ósea sea menor de 12 años en las niñas y de 14 años en el varón. La duración de la terapia está determinada por el índice de maduración esquelética, el cual tiene su final en promedio a los 15 años en las mujeres y 16 años en los hombres, y cuando la velocidad de crecimiento sea menor a 2 cm por año.
Enfatizó Hernández que la deficiencia de hormona de crecimiento se diagnostica por su signo más importante que es la talla baja con mala velocidad de crecimiento, por ello exhorta a los padres a que mantengan el control pediátrico de sus hijos en el tiempo, ya que este especialista puede a través de sus mediciones, sospechar algún problema de crecimiento y referirlo al endocrinólogo pediatra, quién es el encargado del diagnóstico preciso y su tratamiento.
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