«No debieran cobrar por transporte adicional, contamos con una planta capaz de comprimir 180 millones de pié cúbico por día»
Freddy Arveláez Gámez
Hace menos de un mes que el gobierno regional anunció la distribución del servicio de gas doméstico por intermedio de los voceros de los Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP). De igual forma se indicaron nuevos precios en razón a:
Cilindros de 10 kgs: Bs. 3.900; 18 kgs en 5.200; 27 kgs en 8.100 y la presentación de 48 kgs en 12.600, aunque algunos distribuidores además cobran monto no especificado alegando gastos de transporte, lo cual ha generado manifestaciones encontradas.
Algunos usuarios exteriorizan descontento por cuanto se agregan otros elementos a la escasez del producto de primera necesidad, mientras otras personas consideran favorable la decisión.
Jean Carlos Parra, residenciado en sector 1 de urbanización Las Garcitas, sostiene que no puede estar de acuerdo con los precios señalados; » voceros de los consejos comunales nos cobran mucha plata adicional dizque para cancelar gastos de transporte y eso no se puede soportar».
Samuel Contreras, quien vive en urbanización El Palmar II, dijo que el incremento es una exageración que no se corresponde con la realidad; «esas gandolas pertenecen a PDVSA, son del pueblo. Además es incongruente por cuanto aquí mismo en estación Copa Macoya se cuenta con una planta compresora de gas que actualmente aporta 80 millones de piés cúbicos por día y aparte de ello tiene capacidad de comprimir 180 millones de pié cúbico por día, de tal manera que no deben cobrar costos adicionales por transporte».
Otto Olivares, con residencia en urbanización Los Laureles, considera que los servicios públicos aún resultan baratos en Venezuela; «En Venezuela siguen baratos o casi regalados los servicios públicos, ahora pagamos 5.200 por recargar la bombona mediana que nos surtió en buena gestión el Consejo Comunal y le estamos agradecidos», dijo Olivares.
Abisinia Vargas, en representación de un grueso número de usuarios persiste en reclamar el servicio o el retorno de los envases del gas doméstico; «el comerciante se lava las manos y dice que las bombonas le pertenecen, estamos desamparados», reiteró.
Doña Rosa Bandres, quien vive desde hace muchos años en el sector Casco Central, manifestó preocupación ante el desmesurado incremento; «justamente vengo de preguntar por el precio de la bombona grande y en el distribuidor de la esquina me exigieron la cuantiosa suma de 24 mil bolívares, algo que no se puede pagar dadas las circunstancias».
Allí lo tienen pues, como dijera Manuel Vicente, el cronista mundano; «pueblote no gana una, si lo pela el chingo, lo agarra el sin nariz».
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