Recuerdos de Gaudí en su Barcelona Medieval
Barcelona ha cambiado a todo lo largo de su historia, su legado histórico y artístico da muestra de cada etapa que ha imperado en el mundo. La evolución artística de su arquitectura recuerda los gloriosos nombres de maestros como Gaudí ; que complacían a la clase que pagaba por darle gusto a sus caros gustos. Muestras exquisitas de arquitectura neogótica de un movimiento que surgió, rechazando al racionalismo neoclásico.
La hermosa Barcelona medieval con recuerdos de Gaudí
A finales del siglo XIX, la clase de poder, financió la construcción de este tipo de arquitectura De esta manera destacaban sus gustos y fortunas con la sabia convicción que se perpetuarían en el tiempo y en la memoria histórica de la ciudad y del mundo. Ante ese hecho, se erigieron nuevas construcciones de estilo neogótico, inspirados en viejas construcciones que fueron restauradas o terminadas.
La ciudad de Barcelona no quedó afuera de esa corriente artística; al contrario es fiel exponente de ese estilo tan del pasado. De esta manera, al ser designada coordinadora de la Exposición Universal de 1888 se propuso a destacar lo que ya tenía de gótico. Es así como se restaura la fachada de la catedral de Barcelona, lo mismo sucedió con el Barrio Gótico que sobrevino al estilo medieval , con todo y que fue impregnado del estilo medieval, de manera artificial, manteniéndose así hasta ahora. A Gaudí, en ese entonces, le pareció un estilo único y decidió eternizarlo en sus obras. Transitar sus tesoros medievales será una experiencia autentica, y si le agregas la aventura de recorrerlos en bici eléctrica, se convierte en algo inolvidable.
La Torre Bellesguard
La edificación más emblemática del estilo neogótico; la residencia de mayor representación medieval, es sin duda, la Torre Bellesguard. Siendo la residencia de veraneo del glorioso rey de Aragón, Gaudí la diseña iniciando un edificio de planta cuadrada, dándole aspecto de impenetrable y sólida fortificación, con elementos del lugar. Así mismo, integró la fortaleza dirigiendo sus esquinas al norte, sur , este y oeste, respectivamente . También, diseño un mirador y una torre almenada que la distingue a distancia por su forma de cono truncado.
El Colegio Teresiano de Ganduxer
El estilo que tanta atención le llamó a Gaudí, lo pudo apreciar en grandes edificaciones de Barcelona; lugares como el palacio Episcopal de Astorga, o la Casa Botines de León, que gracias a sus buenas relaciones con los dueños pudo apreciarlos en su máximo esplendor, dando así el inicio de su época neogótica.
El Colegio de la Teresianas de Barcelona. Su fundador desea una construcción que tuviese triple propósito: convento, internado y colegio. El complejo iba a ser diseñado originalmente por Joan Baptista Pons i Trabal, quien fue sustituido por la fama e importancia que Gaudí había obtenido en sus magnificas obras. Aunque fue construido con materiales de baja calidad como el ladrillo y la piedra, por el bajo presupuesto que le fue confiado, aún se mantiene vigente la formación su función original. Con todo eso, el arquitecto no dejó de colocarle elementos decorativos, que usaba como su sello personal; como la columnata asimétrica, el pilar sin adornos y la escalera de 14 peldaños que no llega a nada, indicando que más allá de Dios no hay nada.
Las bodegas Güell
La obra fue pedido de Eusebi Güell, mecena de Gaudí por toda su vida. La idea era construir bodegas en una hacienda ubicada en Garrat que poseía viñedos y una cantera de piedra caliza, que le sirvió en su propósito de alzar su edificación. El diseñador se dejó llevar por su ingenio, sin perder el modelo de las bodegas de ese tiempo. La construcción resiste al tiempo, transformada en restaurante, muy alquilada para grandes ceremonias y eventos. Barcelona, la moderna, no pierde su encanto, sin embargo se resiste a perder su legado de antigüedad y lo lleva con gallardía.
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