Notipascua.-Los vecinos de un tramo de la costa pacífica de México salpicado de pueblos pesqueros y complejos turísticos protegían sus casas con tablones y compraban suministros antes de la llegada el viernes del gran huracán Patricia, una tormenta de categoría 5 a la que los meteorólogos ven capaz de daños catastróficos.
Las autoridades declararon el estado de emergencia en docenas de localidades de los estados de Colima, Nayarit y Jalisco, incluidos el atareado puerto de Manzanillo y el lujoso destino turístico de Puerto Vallarta. El gobernador de Colima ordenó el cierre de las escuelas el viernes, cuando se esperaba lo que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos describió como una llegada “potencialmente catastrófica”.
Verónica Cabrera, que acudió a comprar con su hijo pequeño, dijo que la ciudad tiende a inundarse cuando muchos arroyos pequeños se salen de sus cauces. Ella dijo que había protegido las ventanas con cinta adhesiva para evitar que se rompieran.
“La calle principal se inunda de verdad y corta el acceso a muchas otras calles. Se acaba pareciendo a una isla”, comentó Rodríguez.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami advirtió de que los preparativos debían acelerarse, y la tormenta podría causar inundaciones en la costa, olas destructivas y crecidas repentinas.
“Este es un huracán extremadamente peligroso y potencialmente catastrófico”, dijo Dennis Feltgen, meteorólogo del centro.
Patricia también podría afectar a Texas, dijo Feltgen. Para el jueves por la noche, los vientos sostenidos máximos de Patricia habían aumentado a 325 kilómetros por hora (200 millas por hora) y alcanzado la Categoría 5, la más alta en la escala de Saffir-Simpson empleada para cuantificar la fuerza de los vientos de un huracán.
Se esperaban algunas fluctuaciones en su intensidad, pero el Centro de Huracanes señaló que esperaba que se tratara de una tormenta de categoría 5 “extremadamente peligrosa”.
“Estamos tranquilos”, señaló Gabriel López, un trabajador en el área de mantenimiento del hotel Las Hadas de Manzanillo. “No sabemos qué rumbo vaya a tomar (la tormenta), se supone que viene para acá… Si hay alguna contingencia acomodamos a la gente. Hay salones no expuestos a viento, a cristales”.
Fuente: AP
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