Notipascua.-El manejo psicológico en una afección como la hemofilia no tiene excepción, y no excluye tampoco a quienes conviven con estos pacientes. Según la doctora Minerva Zabala, psicólogo clínico y psicoterapeuta, “lo ideal es buscar ayuda psicológica durante la infancia, con la finalidad de evaluar el proceso de convivencia con la condición”.
Una vez diagnosticado con hemofilia, el paciente requiere atención especial para evitar sangrado profuso al lesionarse o herirse, ya que este es el principal síntoma de la patología y puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo, de forma interna o externa.
“Los padres también forman parte de las sesiones, porque presentan temores con respecto a la crianza y el manejo que debe darse,” recalcó Zabala.
Asimismo, la psicóloga clínico y psicoterapeuta indicó que, al ser una condición crónica, representa un factor precipitante para la aparición de rasgos de personalidad particulares, los cuales pueden afectar el desarrollo psicológico y ameritan atención e intervención temprana, debido a que el carácter y ambiente familiar de algunos niños les hace más difícil adaptarse a esta condición de vida.
“Los pacientes con hemofilia pueden manifestar rasgos de personalidad como: presencia de ansiedad de muerte y la agresión como mecanismo de defensa. Esto implica que el hecho de sufrir esta condición crónica genera en el niño y luego en el adulto, cuando no es bien llevado, una angustia vinculada con su experiencia en torno a su condición física, que los hace responder de manera agresiva en algunas situaciones, motivado por aspectos internos,” explicó.
La especialista recomendó la práctica de la natación puesto que ayuda al fortalecimiento muscular, no lesiona las articulaciones y es un deporte completo. “Les da seguridad, incluso emocionalmente. El hecho de competir, de practicar una actividad física fortalece la psique. Igualmente, es necesario acudir a psicoterapia, participar en grupos de apoyo con el objetivo de promover la autoestima y favorecer el entorno social. En cuanto a la familia, quienes están a cargo deben acudir también a psicoterapia, con la finalidad de disminuir los niveles de angustia, que en algunas ocasiones los conducen a la sobreprotección,” afirmó.
Finalmente enfatizó lo siguiente: “En general, vivir con alguna condición crónica es posible. Es importante saber que estos pacientes pueden ser felices como cualquier persona, pueden estudiar, trabajar y desarrollarse como seres humanos completos. Una condición no hace una persona, y por lo tanto no la define”.
Fuente:El Nacional
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