Durante sus inicios la panadería se desarrollaba en hornos caseros. El producto era distribuido en pequeños establecimientos y su precio era regulado estrictamente. Luego se establecieron los primeros locales de producción, pero eran de carácter artesanal y las utilidades eran muy bajas.
En 1800, durante el periodo industrial, el negocio de panaderías y pastelerías conquistaron el mercado. Incluso, surgió la necesidad de implementar herramientas que simplifiquen el trabajo. Los reposteros empezaron a utilizar básculas para medir sus ingredientes y moldes para acumular grandes cantidades de masa. El termostato también se convirtió en un artículo indispensable durante el proceso pastelero. Con el pasar de los años, su uso en versión digital ya había adquirido gran demanda.
De la misma forma, la batidora también evolucionó desde su invención en 1908. Pasó de trabajar con sistemas mecánicos a eléctricos. Actualmente, existen modelos con funciones más específicas, como la batidora amasadora que busca cumplir con las expectativas de los creativos en repostería. Además, las batidoras amasadoras fabricadas en titanio se especializaron en la producción profesional y se conocen comúnmente como planetarias.
De esta manera, la evolución de la tecnología y la producción industrial continúan desarrollando herramientas que complementan y, en muchos casos, sustituyen la labor tradicional. Sin embargo, la tecnología no solo puede facilitar nuestras labores ni procesos, sino también llegar a sorprendernos. Un ejemplo claro de ello es CocoJet, una impresora 3D que funciona con chocolate como material de impresión.
Esta impresora 3D se fabricó gracias a la colaboración entre 3D Systems y uno de los fabricantes de chocolates más grandes del mundo, Hershey Company, en los Estados Unidos. El artículo combina la calidad técnica de 3D Systems con la calidad del sabor del chocolate de Hershey’s. La impresora CocoJet es perfecta para la repostería o para los amantes del chocolate que desean crear modelos únicos.
Actualmente, cada vez más grandes profesionales recurren al sistema 3D, con el objetivo de darle a sus postres un diseño vanguardista y diferenciador. Por ejemplo, la repostera ucraniana Dinara Kasko utiliza una impresora 3D para elaborar sus propios utensilios y moldes para hornear. De esta manera, desplaza el material de silicona tradicional y hace moldes de plástico con diseños impensables. Aunque sus postres todavía se elaboran tradicionalmente, el resultado no sería posible sin las técnicas 3D.
Asimismo, continúan realizándose otros proyectos relacionados. Por ejemplo, el Modernist Cuisine fue un proyecto realizado en 2015 entre el gigante estadounidense de la industria, 3D Systems, y diferentes chefs, para el lanzamiento de la primera impresora 3D de azúcar de la marca, la Chef Jet Pro.
Esta impresora tendría una tecnología de sinterizado selectivo por láser. El proyecto recreó el Palacio de Versalles con la nueva herramienta, la cual añadió hasta los mínimos detalles del palacio y los jardines, mezclando técnicas tradicionales y tecnológicas. Por lo tanto, a medida que avanzan los años, estamos a la espera de nuevas creaciones.
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