Notipascua.- Cuando un destello de luz iluminó el árido desierto de Nuevo México el 16 de julio de 1945, los habitantes del histórico poblado hispano de Tularosa sintieron cómo vibraron sus ventanas y escucharon como caían los platos. Algunos en la población predominantemente católica se pusieron a rezar de rodillas. El fin del mundo ha llegado, pensaron. Lo que los habitantes no sabían es que justo antes de las 5:30 de la mañana, los científicos de la hasta entonces ciudad secreta de Los Álamos habían detonado exitosamente la primera bomba atómica en el cercano sitio de pruebas de Trinity.
En el lugar de la explosión quedó un cráter de 800 metros (media milla) de diámetro y varios metros de profundidad. Este jueves se cumplen 70 años de la Prueba Trinity en el sur de Nuevo México. Y se da en un momento en el que los habitantes de Tularosa dicen que fueron afectados de manera permanente por las pruebas y quieren que el gobierno estadounidense lo reconozca y los compense. Tina Cordova, cofundadora de Tularosa Basin Downwinders, dijo que las consecuencias de la Prueba Trinity provocaron raras formas de cáncer en muchos de los 30.000 habitantes de la zona cercana al lugar.
Asegura que no se le informó a los residentes de los peligros, y muchas veces visitaban el lugar para hacer días de campo y llevarse artefactos del evento, incluyendo el cristal verde, radioactivo, conocido como «trinitita». Los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer estudian los casos presentes y pasados en Nuevo México que pudieran estar relacionados a la Prueba Trinity. «Es un asunto moral y ético», dijo Cordova, ex habitante de Tularosa y sobreviviente de cáncer.
«Nunca se nos dio la oportunidad de hacer algo para protegernos, antes o después». Vera Burnett-Powell, portavoz del programa de la Ley de Compensación por Exposición a Radiación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, no respondió de inmediato un mensaje telefónico y un correo enviado por The Associated Press. El padre de Cordova, Anastacio «Tacho» Cordova, tenía 3 años al momento de la explosión, y posteriormente desarrolló diversas formas de cáncer. Murió en 2013, y Cordova cree que sus enfermedades estaban relacionadas con la Prueba Trinity.
El aniversario también se da en medio de un renovado interés en el Proyecto Manhattan, gracias a libros, videos testimoniales en línea y la serie televisiva «Manhattan». El programa secreto de la Segunda Guerra Mundial proveyó de uranio enriquecido para la fabricación de la bomba atómica. Por ejemplo, el año pasado, el presidente Barack Obama aprobó una ley federal para la creación del Parque Histórico Nacional Proyecto Manhattan, para preservar los lugares que ayudaron a la creación de la bomba.
Durante el Proyecto Manhattan, los científicos de Los Álamos trabajaron para desarrollar las bombas que fueron lanzadas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
El programa involucró tres instalaciones de investigación y producción en Los Álamos; Oak Ridge, Tennessee; y Hanford, Washington. El físico jubilado, Duane Hughes, quien realiza visitas guiadas en el Museo Nacional de Historia y Ciencia Nuclear en Albuquerque, señaló que la historia de la Prueba Trinity es importante porque ayudó a poner fin a la Segunda Guerra Mundial y dio inicio a la carrera armamentista de la Guerra Fría. «No sé si alguien pensó que fue un fracaso», dijo Hughes. «Realmente cambió la historia mundial».
Fuente: EFE.
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