Existe una tercera persona involucrada en el asesinato. Al parecer es un sujeto Peruano.

Cortesía. Carlos Loreto

Arequipa.- Dos delincuentes asesinaron a un obrero de 12 puñaladas para robarlo en Secocha, Camaná, provincia de Arequipa en Perú. La población enardecida quemó algunos bares como respuesta a este hecho.

Eran la 01:40 de la madrugada del domingo de diciembre, cuando una cámara de vigilancia registró como Ramón Quilla Choque (41) fue acuchillado por dos sujetos para robarle todas sus pertenencias, lamentablemente producto del violento ataque, la víctima perdió la vida.

Los hechos registrados por una cámara de seguridad, sucedieron en la calle Mercantil en el anexo de Secocha en la provincia Arequipeña de Camaná. En las imágenes se observa como dos sujetos lo interceptan y luego proceden a agredirlo, ocasionándole 12 puñaladas.

Los agentes de investigación criminal tomaron conocimiento del caso y montaron un operativo para buscar a los presuntos homicidas, capturando a los ciudadanos de nacionalidad venezolana de nombre Elvis Y. Ortega Farfán (24) y Franyerson R. Rodriguez Mata (28), quienes fueron intervenidos y conducidos a la comisaría de Ocoña.

La población al enterarse del hecho, enardecida atacó los bares de Secocha, quemando sillas y mesas de algunos locales nocturnos, es más, trataron de linchar a los presuntos homicidas y a dos mujeres presuntamente implicadas.

El jefe de investigación criminal, Carlos Urbina, detalló que en medio del caos, los pobladores intentaron sacar de la comisaria a estos dos sujetos con la intención de ajusticiarlos ciudadanos venezolanos que habrían perpetraron el crimen contra el obrero. Por lo pronto se conoce que el fiscal provincial Jorge Ernesto Medina Chávez, fiscal de Camaná habría solicitado la detención preliminar de los sospechosos por 72 horas.

Cabe destacar que los implicados son venezolanos presuntamente del estado Guárico, parroquia Valle de La Pascua del municipio Leonardo Infante, quienes llegaron desde ese país acompañados por dos mujeres (madre e hija), con quienes al parecer compartían residencia siendo una de ellas pareja sentimental de uno de los asesinos.

Dichas mujeres lograron huir de lugar para evitar ser linchadas, y se presume que estarían rumbo a su país, desconociéndose si tuvieron involucradas en el asesinato. Extraoficialmente se supo que una de estas mujeres fue trabajadora en una institución pública de seguridad y rescate del estado venezolano, que funciona en el municipio donde habita.