A pesar de que los profesionales de la cosmetología siempre se encuentran agregando más factor fotoprotector a las cremas y maquillaje de uso diario, ya que nuestra piel vive constantemente en contacto con el sol, sin embargo, las cremas bronceadoras ofrecen mayor protección
La piel está en constante contacto con los rayos UVB, no solo cuando vamos a la playa o la piscina, lo que quiere decir, el SPF no queda relegado únicamente a las cremas bronceadoras sino que está presente en los productos faciales los 365 días del año, aunque el problema es que no estamos protegiendo nuestra piel.
Mediante un estudio realizado en la Universidad de Liverpool (Reino Unido) se dio a conocer que las cremas hidratantes con SPF proporcionan menor protección solar que un bronceador con el mismo nivel de fotoprotección. Sin embargo, puede que no sea un problema de la crema en sí es que por lo visto no aplicamos el producto tan generosamente como sí hacemos con un bronceador.
Por lo que cuando es implementada correctamente, un SPF30 multiplica por 30 la resistencia natural de la piel a los rayos UVB, el tipo de rayos que hacen que la piel se queme. Por lo tanto, si tu piel se pone roja después de diez minutos al sol, al usar un factor 30 significa que no debes comenzar a quemarte hasta pasadas unas cinco horas.
Además, todos los SPF también deben proteger contra los rayos UVA, que no queman, pero causan daños invisibles como el envejecimiento prematuro de la piel y hasta cáncer. «Nuestra piel solo estará bien protegida si se aplican unos 2 mg de producto por cada centímetro de piel», explica un artículo del diario Daily Mail.
Mantener tu piel hidrata hará que no existan complicaciones
Es por esto que los dermatólogos recomiendan usar a diario un producto específico de protección solar, independientemente de lo que afirme el SPF de la crema hidratante o la base de maquillaje que usemos.
Ante esto las bases de maquillaje mineral se han vuelto muy populares y, por lo general, estos tipos de polvos compactos «están hechos de ingredientes como el óxido de hierro, que contiene SPF», explica la periodista de Daily Mail.
En su caso, ella se aplicó los polvos con un brocha grande (para coger más producto) en las zonas que normalmente matizaría después del maquillaje. El resultado: fue como si no llevase nada en la cara. Pero una autobronceadora teóricamente es más fácil de aplicar de manera uniforme ya que ves claramente por donde la has puesto.
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