18 de noviembre del 2016
Notipascua.- Las acciones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) como la revisión de los magistrados y el cronograma electoral para convocar el Referéndum Revocatorio, las elecciones regionales y unos eventuales comicios generales, es el handicap que la oposición cede desde el pasado sábado y siguen siendo su punto de forcejeo al interior de la MUD.
En un contexto en que el Poder Judicial ha cedido en algunos casos de “presos políticos”, pero no se mueve en sus interpretaciones que la oposición ha dicho no acatará.
De hecho, el Gobierno, en pleno proceso de conversaciones con el Vaticano de facilitador, se mantiene en guardia y tres sentencias han salido en los últimos días: una emitida por la Sala Electoral en la que declaró inadmisible un recurso de amparo contra el CNE para que reactivara la recolección del 20% de las firmas para el revocatorio.
La declaratoria de inconstitucionalidad por parte de la Sala Constitucional de dos leyes sancionadas por la AN por estar en desacato ante el TSJ, la Ley Orgánica de Telecomunicaciones por no cumplir con la consulta al Ejecutivo sobre el impacto económico; y la Ley de Contraloría porque el Parlamento no puede legislar en materia de control fiscal.
El máximo tribunal ha emitido 30 dictámenes desde que la MUD asumió la AN como mayoría.
Entre las decisiones con las que han inhabilitado al Parlamento se encuentran: la inconstitucionalidad de la reformas de la Ley Orgánica del BCV, de la Ley de Amnistía; de la Ley Orgánica del TSJ; de la Ley de Propiedad de la Misión Vivienda; de la Ley Especial para Atender la Crisis Nacional de Salud.
También se le suman la anulación de la comisión que investigó el nombramiento de los magistrados en diciembre pasado.
Y las más recientes, el juicio político al presidente Maduro, que no lo contempla la Constitución, y otra que veta convocar actos que generen violencia, aunque ayer matizó aclarando que “no se está prohibiendo el derecho a la protesta”.
La oposición, por su parte, desde que asumió el Poder Legislativo se montó en la carrera electoral por el referéndum revocatorio y las elecciones regionales, la enmienda constitucional y hasta de una Asamblea Nacional Constituyente, pero solo se enfrascó con la primera opción con acciones de protesta con marchas y concentraciones.
El politólogo Jesús Castillo Molleda opina que esos puntos “no se podían” presentar en la primera etapa porque fácilmente hubiese “trancado el juego”.
“Las metodologías de negociación indican que se debe lograr avances así sean de poco impacto, pero siempre avances. No pueden pedir lomito de primero porque lo más seguro es que no coman nada”, explicó.
Sostiene que “el Gobierno se siente amenazado y la oposición no puede jugar a eliminarlo en el primer round al menos que logre darle un nocáut”.
Considera que la MUD debe ser “honesta” con sus seguidores y decirle que “no hay posibilidades” para llamar a un referéndum y que el camino es lograr ganar las elecciones regionales y locales, seguir ganando espacios para lograr la corona de sacar con votos al Gobierno”.
“El Gobierno seguirá cediendo poco para ganar mucho y la MUD, por ahora, debe jugar a ceder mucho para ganar poco, pero la idea es seguir ganando los espacios que tenía perdidos. La MUD se comporta como minoría cuando en este momento es mayoría”, acotó.
La socióloga Maryclenn Stelling, opina que el fuerte de la oposición “es contarse, ya sea la elección gobernadores, de alcaldes o referéndum porque se manejan de que fueron mayoría el 6 de diciembre y en vista de que no ha mejorado radicalmente en la situación económica y el desabastecimiento, suponen que tienen chance de contarse electoralmente y ganar espacios”.
Para Stelling, da la impresión que “la oposición está dando más concesiones que el Gobierno, pero deben tener una agenda oculta”.
Dijo que al evaluar las reuniones que se han dado entre el Gobierno y la oposición “se abrió otro frente de batalla”, además del mediático, la agenda electoral y Leopoldo López que son dos elementos difíciles a negociar y tragar para el Gobierno”.
El abogado constitucionalista y analista electoral, Jesús Silva, sostiene que el Gobierno seguirá usando el diálogo en el 2017 y la oposición le seguirá sus pasos.
“Esto le permitirá ganar tiempo, sin pagar el precio político de sus acciones, gobernar sin conflicto, mientras trata de resolver los problemas económicos de fondo para ganar elecciones y hacer feliz al pueblo. Y si no logran reconstruir la economía, seguramente aplicarán más dialogo y ganarán más tiempo”, explicó.
Sin embargo, ya estando a mitad de noviembre, esta última posibilidad de un Revocatorio vinvulante pende de un acuerdo que surja de la misma mesa.
El 6 de diciembre, el Gobierno y la oposición se verán de nuevo las caras en la plenaria para saber si las cosas siguen como hasta ahora, con el réquiem del RR y con el Poder Judicial soltando otros presos.
Fuente: Panorama
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