Comparación del suelo radiante con los radiadores
Cuando pensamos en remodelar nuestra vivienda o en construir una nueva, el sistema para calefacción es de vital importancia. En las próximas líneas estableceremos una completa comparación entre el suelo radiante y los radiadores, con la finalidad de orientarte adecuadamente.
En una selección tan importante como la calefacción para nuestra vivienda, no debemos descartar algún sistema y decir que hay uno mejor que otro, las necesidades y las posibilidades de cada propietario de vivienda son indispensables para decidir cuál emplear definitivamente. Ambos sistemas pueden ser activados por electricidad o por sistemas de agua, así que para escoger apropiadamente nuestro próximo sistema de calefacción, debemos tomar en cuenta sus ventajas y características aún cuando ambos funcionen con agua caliente, su operación es bastante diferente.
El suelo radiante
Básicamente un suelo radiante, es la emisión de calor proveniente del agua caliente que circula por redes de tubos colocados dentro de un piso (madera, hormigón), siendo capaz de abarcar toda el área de la vivienda de una manera integral. Durante las épocas de invierno, el agua que recorre las tuberías del suelo radiante lo hace a una temperatura de aproximadamente 40-45° ccentígrados, casi la mitad de lo requerido por los radiadores.
Cuando el sistema trabaja con una temperatura baja (40°), se consigue la ventaja de poder utilizar una bomba de calor aerotérmica, con lo cuál se utiliza la energía calórica del aire, aumentando el rendimiento energético del sistema y colaborando ampliamente con el ambiente, ya que se evita en gran medida la emisión de gases de invernadero y se combate firmemente al calentamiento global.
Los radiadores
Los radiadores son los sistemas tradicionales de calefacción, y generalmente funcionan por la emisión y distribución del calor que proviene del agua previamente calentada en una caldera accionada por gas.
Están constituidos por una estructura de aluminio, hierro o acero, que requiere que el agua que circula en su interior lo haga sobre los 75° centígrados, para de esa manera poder «calentar» a la habitación donde se encuentre ubicado.
El consumo energético para alcanzar esas temperaturas es alto, ocasionando que se produzca un aumento en los costos para su mantenimiento. Ante esta situación ya se puede conseguir en el mercado un conjunto de radiadores de bajo consumo, o sea que funcionan a temperaturas más bajas, lo que posibilita la incorporación de bombas de calor para conseguir que el agua llegue a 60° centígrados, representando un sustancial ahorro, tanto energético como económico. La construcción y funcionamiento de estos novedosos radiadores, difiere de los tradicionales. Tienen aspectos tecnológicos avanzados que le permiten mejorar el rendimiento energético.
A continuación te presentamos una tabla comparativa de los sistemas descritos
De la observación de esta tabla podemos concluir que ambos sistemas tienen sus ventajas, y para tomar la decisión de instalar uno de ellos se debe considerar también la disponibilidad económica del propietario de la vivienda. En el caso del suelo radiante, la inversión es más cuantiosa que para instalar radiadores, ya que se requiere de un conjunto de válvulas, planchas, tuberías que elevan el monto inicial de instalación, pero luego de poner en funcionamiento, el ahorro energético conlleva a un ahorro económico que permite recuperar la inversión en pocos años, además del bienestar que proporciona.
Un sistema eficiente desde el punto de vista energético es, como hemos visto, aquel que utiliza menos energía para efectuar su trabajo, el suelo radiante al funcionar con una temperatura menor, es mucho más eficiente y consume aproximadamente 20% menos energía que los radiadores
Otra de las ventajas del suelo radiante sobre los radiadores es su invisibilidad, ya que al estar ubicado dentro del piso de la vivienda, nos deja libre más espacio que los radiadores, el cuál puede sr utilizado por otros muebles. También se debe acotar que puede ser usado de manera inversa para refrigerar o refrescar el piso, ya que puede circular el agua a 15° centígrados y extraer el calor del ambiente.
Para concluir debemos indicar que, los suelos radiantes poséen una inercia térmica elevada, que le permite calentar lentamente, pero luego al apagar, mantener por mucho más tiempo la agradable temperatura obtenida y así el confort deseado.
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