Tu salud es lo más importante por lo que el aprender a reconocer el estado de los alimentos puede servirte de mucho, así que ahora puedes convertirte en un experto haciéndolo
Un alimento en estado de descomposición puede hacer que toda una comida se dañe y lo que es peor puede ser perjudicial para tu salud, es por esto que se debe estar precavido ante los indicios de que las frutas o verduras que consumirás se encuentren en buen estado.
Estos trucos no llevan mucho tiempo y además son muy sencillos, así te asegurarás que los alimentos se encuentran frescos y aptos para su consumo. Lo primordial es fijarse en la fecha de vencimiento ya que esta es nuestra primer guía que nos indica en qué estado pueden estar los alimentos que decidamos adquirir, cada que vayas de compras esto es lo primero que debes revisar.
Sin embargo, es importante aclarar que los alimentos pueden estar con un proceso de descomposición natural incluso si su fecha de caducidad o vencimiento aún no está próxima, esto puede suceder por una mal conservación, agujeros o mal sellado de los empaques o un alimento previamente abierto.
Mide la frescura de un huevo
La duración de un huevo fresco puede ser hasta de dos meses si se conserva adecuadamente, es decir en la nevera, pero para distinguir si un huevo se encuentra en estados óptimos para su consumo la principal prueba son los sentidos y estas pautas te ayudarán a reconocer si un huevo esta en buen estado o si por el contrario no debes comerlo.
Si cuando lo rompes sale algún mal olor del huevo, debes tirarlo inmediatamente. Si el huevo no huele mal, pero la clara se ve muy acuosa de manera que no retiene la yema en el centro, este también es un huevo que se debe desechar.
Si la yema no es de tonalidades amarillas o naranjas, es decir que el huevo se vea en tonos pardos u oscuros o si el huevo se ve reseco y poco turgente. Además si pones el huevo en un recipiente con abundante agua y este no se hunde, así que se precavido.
En cuanto a las carnes y pescado se debe tener un especial cuidado a la hora de proteger la cadena de fríos que las resguarda mientras no se estén consumiendo. Además de esto es necesario mirar los envases donde vienen, que estén secos y aseados, que no se vean como muy maleables o blandos.
En caso de la carne de res con un color muy rosado casi blanco, que no tengan mal olor o un color verdoso o azulado, que el pescado no tenga los ojos vidriosos ni hundidos, si tus carnes y pescados prueban estas normas lo último será la cocinada y probarlo, si en la cocida no huele mal puedes pasar a probarlo y vigilar que su sabor no sea amargo, ácido o amargo.
Con los lácteos la cosa puede ser un poco más dura, pues la mayoría de ellos son productos derivados de la leche pero con sustancias para cortarlos y hacerlos cuajar, como es el caso del queso y el yogur, por esto para distinguir la calidad de estos alimentos lo que debes hacer es vigilar su fecha de caducidad y al momento de consumirlos ver su olor y textura,su consistencia, que no haya nada raro, que no estén más ácidos de lo normal, que no tengan hongos, y que su sabor sea el habitual.
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