Se unió a un grupo de WhatsApp de venezolanos que buscan emigrar por América Latina de “mochilero”
Caminó muchas horas y extensos kilometros hasta que sus pies no dieron mas
Perú//Notipascua.com//
José Cabrera es un radiólogo de 40 años, nativo de un pueblito de Portuguesa donde creció, padre de tres hijos y dueños de tres perros, la situación critica del país lo conminó a emigrar hacia Perú.
Para la travesía desde Portuguesa hasta Lima, Perú no disponía de muchos recursos economicos, salió solo por San Antonio del Táchira el 19 de enero, por la mañana, desde los Llanos a Táchira gastó 574.000 bolívares, llevaba reservado un millón de bolívares y al cambio en Cúcuta y le dieron 31.570 pesos.
José cabrera se unió a un grupo de WhatsApp de venezolanos que buscan emigrar por América Latina de “mochilero”. En el chat que tiene más de 200 usuarios, el llanero aprendió rutas, trámites legales y lo bueno o lo malo de esta modalidad para emigrar. ¿Quién sale el 1 de febrero?, preguntaban algunos en el grupo armando sus “combos viajeros”.
En total, fueron tres autobuses, tres “aventones” y 120 kilómetros recorridos a pie, los que José Cabrera, pasó para completar una travesía de nueve días que lo llevó desde un pueblito de Portuguesa donde creció hasta Lima: su nuevo hogar.
Caminó cerca de 60 kilómetros, siempre guiándome por el GPS del celular para ver si caminaba en el sentido correcto. Ya cuando estaba cansado, sentía que las piernas no le daban, pasó un camión que transportaba estiércol de gallina, corrió con todas sus fuerzas para poder guindarse. Le dieron la cola unos 50 kilómetros más, pero iba en la parte trasera del auto con el estiércol, llegó sucio y hediondo a excremento.
Al llegar a pie hasta el último pueblo, del cual no recuerda su nombre, se senté en la carretera a esperar una cola porque tenía el pie inflamado”. “Le pedí la cola al conductor de un camión de gasolina y afortunadamente aceptó llevarme hasta Bogotá, fueron unos 240 kilómetros y el final de primer destino”.
“El señor me dejó en el terminal de pasajeros de Bogotá y allí permanecí dos días, no podía caminar más, pedir colas tampoco era ya una opción; tenía los pies enfermos. Amigos que estaban en Perú recolectaron y me enviaron unos cuantos pesos para comprar un pasaje directo a Lima”.
“El primer día de mi travesía caminé alrededor de 20 horas, el segundo unas 15 y el tercero no caminé mucho por la dolencia de mis pies, pero fueron como unas doce horas más”.
En total fue un recorrido de a pie de 47 horas y tres colas. Conoció a muchas personas, vivió experiencias.
Nunca pensó que no podía llegar a Perú; las ganas de querer un futuro mejor le dieron aliento cuando más lo necesitó. Ahora, esta en Lima, comenzando de cero
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