Freddy Arveláez Gámez
Unicamente con el aval de cumplir la labor que gustosamente y con responsabilidad asumo como reportero, periodista o comunicador social, comienzo a proponer nombres de personas conocidas, importantes, destacadas, cuya trayectoria y desempeño han contribuido a enaltecer valores y progresos en mi Valle de la Pascua, querida, resultando un modelo a seguir.
En reciente estudio publicado en la revista ‘Nature Human Behavior’, sobre características de personalidades atribuidas como modelo a seguir, se detalla que «tienen altos niveles de extraversión, amabilidad y responsabilidad con bajo grado de neuroticismo. Son muy abiertos en todos los sentidos, escrupulosos. Rasgos que predominan en las mujeres y que se cultivarían con la edad. Además, siempre se interesan y tienen en cuenta lo que los demás tienen que decir. Son líderes y emocionalmente estables y trabajadores».
DAVID DEL VALLE MEJÍAS MARTÍNEZ
«El nivel de preparación universitaria ha decaído, los profesores han desertado por los bajos salarios y para colmo los insumos del hospital han desmejorado», alertó el Dr. David Mejías
Hijo de Abraham Mejías y Rosa Martínez, nacido el 24 de diciembre, en el sector Casco Viejo de El Tigre, estado Anzoátegui, es este Médico especialista en Urología, a quien tengo el honor de presentar en el estreno del espacio.
Luego de cursar primaria y secundaria en Maturín, estado Monagas, el adolescente David Mejías sale por vez primera del oriente del país, se traslada a Mérida para estudiar Medicina en la Universidad de los Andres y a partir del segundo año comienza a procrear familia, sumando a la fecha 11 hijos, 21 nietos y 6 bisnietos.
Incluyendo residencia, rotatorio, postgrado y ejercicio de la medicina, Mejías residió durante 17 años en la Ciudad de los Caballeros (Mérida), donde también se interesa por el deporte, destacando y representando a Venezuela en esgrima, también practica béisbol, baloncesto, softbol y fútbol campo, compitiendo en el ámbito aficionado, universitario y entre colegas profesionales.
En diciembre de 1981, David Mejías visita por vez primera Valle de la Pascua, donde le proponen ocupar el cargo disponible de Urólogo ante un accidente que sufriera el especialista titular, de tal manera que el 2 de enero de 1982 establece residencia en la capital del municipio Leonardo Infante, «hasta el sol de hoy».
Nuestro personaje ocupa lugar privilegiado y popularidad notoria en el ejercicio de su especialidad médica, al punto que totalizaba un aproximado a 19.000 pacientes según historias manuales y al momento de la entrevista registraba 11.286 ciudadanos en su ordenador electrónico; una respetable porción de la población.
De fuentes cercanas supimos que gracias a su comportamiento ciudadano y su agradable manera de compartir con la gente, el Dr. David Mejías atesora multiplicidad de amistades y muchos son atendidos sin costo alguno. También este personaje guarda especial consideración sobre su amigo y compañero de partidas de dominó, Justino Bolívar, quién falleciera hace cuatro años.
Por supuesto que en la fluída conversación con Mejías, no pude obviar el intercambio de reminiscencias sobre nuestro mutuo oficio de árbitro federado de fútbol campo, en canchas de Valle de la Pascua, Tucupido o Zaraza; una experiencia deportiva maravillosa y no menos riesgosa, sin duda alguna.
«Lo que son las cosas, un día vine a Valle de la Pascua para conocer su antigua avenida Táchira, me encontré con una asfaltada y acondicionada avenida Rómulo Gallegos y aquí me quedé».
«Lamentablemente el nivel de preparación universitaria ha decaído, los profesores han desertado por los bajos salarios y para colmo los insumos del hospital han desmejorado», alertó un preocupado David del Valle Mejías Martínez.
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