Por el Lic. José Luis Coa.
Ser Periodista , comunicador gente de medios es casi que una condena en este país si no demuestras la afectividad al régimen, el periodismo investigativo ese que denuncia que muestra pruebas que dice la verdad(regla sine qua non para ejercer esta carrera) es una condena de muerte , este régimen ha elaborado un modelo de estructura comunicacional , con éxito especialmente de los llamados medios públicos –nunca tan gubernamentalizados y partidizados como ahora– con el único destino de asegurar un orden fundado en controles oficiales para inducir en la sociedad la idea de que el hombre nuevo está naciendo y, al mismo tiempo, llevándose por el medio la evocación del pasado político, la historia del país, cultura, identidad y las cualidades de tolerancia y pluralismo.
El tiempo ha transcurrido y en estos años, las comunicaciones y las políticas públicas impuestas para ellas han sido de mayor inspección y regla; de creación de mecanismos jurídicos que han significado intimidación y autocensura; en el diseño de una amplísima plataforma mediática de carácter hegemónico y el establecimiento de una narrativa y arquitectura simbólica que en algún momento logró convencer a la mitad del país.
Lo que ha venido sucediendo en el tiempo es la pérdida de un periodismo crítico, plural e independiente; las limitaciones a la libertad de expresión e´ información; el escandaloso secuestro de la radio-televisión pública; el asalto a Conatel para convertirlo en una entidad más política que técnica; la creación de leyes que controlan contenidos incómodos para el gobierno trabajando en conjunto de los organismos de seguridad del estado, liderado por la hegemonía cubana que impera en el país.-
Cifras en rojo.
Según cifras del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela (Sntp), de enero a junio de 2018 fueron registrados 113 hechos de agresión a los profesionales de la prensa, así como al derecho a la información y a la libertad de expresión, 87 de ellos afectaron a los trabajadores de la prensa y 26 están relacionados a cierres, sanciones y bloqueos de medios. Detallan también que, en ese lapso de tiempo, hubo 24 detenciones. Exponen además que hubo 202 trabajadores afectados. En los datos, aseguran que 61 de los hechos “tienen como victimarios a organismos de seguridad”.
Asimismo se refiere a la peligrosidad de cubrir las protestas que tan a menudo se producen en el país. Varios profesionales de medios de comunicación resultaron detenidos en las del pasado verano, en las que murieron 136 personas. Otros periodistas han tenido que escapar del país, «como los responsables de la plataforma digital Armando Info, especializada en investigación sobre corrupción. Un tema silenciado en los medios oficiales de Venezuela, como la escasez de alimentos y de medicinas, que ha llevado al país a una grave crisis humanitaria, que el gobierno de Nicolás Maduro niega.
El Ministerio de Comunicación e Información, que regula a los canales de comunicación, se ha dado a la tarea de perseguir a los periodistas, al igual que el Sebin (el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), que te detiene sin orden. No siguen los procedimientos, y ni siquiera se lo notifican a la familia. El periodismo en Venezuela, se ha convertido en una profesión de patriotas. El precio por ejercerla es jugarse la vida o ir a prisión.
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