Notipascua.- La dramática caída de los ingresos de los operadores, la imposibilidad de transformar suficientes bolívares para adquirir divisas para comprar suministros, materias primas, dispositivos e infraestructura trae consecuencias directas en el plan de crecimiento de la Banda Ancha Móvil en Venezuela.
Digitel el único operador que tiene un despliegue relativamente grande en el país, va a media máquina en su planificación, pero ofrece un despliegue importante en las grandes ciudades e incluso en poblaciones rurales. Una labor loable del operador 412.
Movistar que inició un despliegue en Caracas y Puerto La Cruz, frenó todo tipo de avance en su red LTE por la ausencia de divisas, que bloquea cualquier intención de la subsidiaria del grupo español, la cual, representó en sus mejores momentos un 10% de los ingresos del Grupo en todo el mundo.
Movilnet, tampoco tiene un panorama claro. De hecho, fuentes de la industria aseguran que de las 3 operadoras es la que menos opciones tiene para realizar el despliegue. La operadora ha visto reducido su anterior liderazgo, que la llevó a ser la primera operadora nacional en ofrecer tecnología de Banda Ancha Móvil, cuando lanzó en 2004 las primeras redes EvDO. Inéditas en toda Latinoamérica.
Lo más dramático, de la situación, es que los avances y el propio sostenimiento de las redes parecen muy difíciles de alcanzar. Es posible que los despliegues 2G que tienen mayor parque de equipos disponibles, dado el encarecimiento de los equipos 3G y 4G, sean las que sostengan las operaciones de las otrora prósperas operadoras venezolanas.
Al no haber opciones de adquirir teléfonos ni de ampliar la infraestructura, Venezuela corre el peligro de ser la única nación de Latinoamérica que retroceda en cuanto a crecimiento y consolidación de redes que garanticen la banda ancha móvil. Un retraso que nos estancará y tardará mucho tiempo en ser remontado.
En condiciones normales el mercado nacional, demandó inversiones por el orden de los 6 mil millones de dólares al año entre todas las operadoras. Dichos montos se han reducido a unafracción simbólica que enciende las alertas.
Las consecuencias ya se están viendo. Las operadoras tiran la toalla en materia de roaming internacional. Simplemente no pueden pagar a sus proveedores internacional, tampoco las interconexiones.
De no haber un correctivo, el país podría correr el riesgo de no contar con servicios de comunicación internacional necesarios y que no se atan a las redes WiFi.
Fuente: HM
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