23 de enero del 2017.-
Notipascua.- La extorsión, el robo o el homicidio caracterizan el modus operandi de las pandillas callejeras, perfectamente estructuradas. Por ejemplo, en El Salvador Los Maras dominan el 90% del país y su poder no parece en vías de declive.
Según el informe del Banco Central de Reservas, las pérdidas causadas por estos grupos ascienden a 4.000 millones anuales y tienen secuestrada la economía en 247 de los 262 municipios que conforman el país, casi el 90%, lo que supone extorsiones continuas a siete de cada diez comerciantes y el hundimiento del país.
Además de la extorsión, se valen de la violencia para llevar a término sus objetivos. El año pasado, por cada 100.000 habitantes, se produjeron 103 homicidios creando una alarma nacional ante la imposibilidad de los cuerpos de seguridad de mantener la paz en el país.
La relación entre la violencia y la economía no se puede separar al referirse a los Maras. En el estudio realizado por el Banco Central de Reservas bajo el nombre “Estimación del Costo Económico de la Violencia en El Salvador” queda claro que se trata de una dupla que se alimenta mutuamente. Se establece, en el ejercicio del año pasado, que a El Salvador le cuesta cada año 4.000 millones de dólares los hechos criminales sucedidos en su territorio, gasto que incide en su PIB.
Los 4.000 millones de dólares son destinados a pagos por extorsión, pagos de rescates o al gasto en los cuerpos y fuerzas de seguridad estatales. Además, cada vez en más cantidad, muchos comerciantes se marchan a trabajar a otros países. Por otro lado, cada vez es mayor el valor de la economía sumergida y clandestina controlada por Los Maras y que incluye desde comercios hasta hostales, bares o prostíbulos.
Existen datos concretos en cuanto a las pérdidas económicas pero no así en los datos de homicidios y asesinatos. Lo que sí está claro es que El Salvador es uno de los estados más violentos del mundo y que con algo más de 6,5 millones de habitantes registra 103 homicidios por cada 10.000 contando que hasta 60.000 están enrolando en las filas de alguna de estas pandillas criminales. Son muchas las pandillas existentes pero las más importantes son la Mara Salvatrucha y la Barrio 18 con sus dos ramificaciones: los Sureños y los Revolucionarios.
La Mara S-13 de El Salvador
La Mara S-13 es la más multitudinaria. Cuenta en sus filas con más de 40.000 personas y está calificada como una de las más salvajes y violentas del mundo. Sin organización desde el punto de vista económico y logístico, su fuerza y presencia es lo que les da poder.
Para sus acciones se valen de la extorsión a comerciantes, especialmente en el sector del transporte, sin desechar el uso de la violencia más extrema. De hecho cuentan con más de 692 conductores o trabajadores de autobuses asesinados y 93 policías en los últimos cinco años.
Las denuncias por extorsión aumentan cada año, superando las 7.500 en los últimos dos años. Los pandilleros obligan a los comerciantes y empresarios a la paga de una cuota a cambio de una protección no solicitada, más bien impuesta. Eso sí, una vez pagada la misma, el comercio o la empresa queda libre de ataques o robos por parte de otros grupos.
Pese a lo complicado de la situación, las fuerzas de seguridad salvadoreñas no cejan en su empeño por acabar con las maras. Cada año, miles de integrantes son detenidos y encarcelados aunque la pobreza del país impide la total erradicación de los grupos pandilleros, al menos, por el momento.
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