Se informó que los bancos no han recibido las facturas haciendo que la introducción del bolívar soberano sea retrasado. Todo esto a pesar que la inflación genera la necesidad de dinero nuevo urgentemente para subsanar los servicios básicos
La nueva moneda bolívar soberano se debe a que el presidente del país Nicolás Maduro exigiera la reducción de tres ceros de la denominación del bolívar fuerte, el cual estaba previsto para entrar en vigencia el pasado 4 de junio.
Sin embargo, Maduro anunció el 29 de mayo que se difería el plan de redenominación para el próximo 4 de agosto, ya que sostiene que los bancos necesitarán más tiempo para garantizar una transición sin problemas del bolívar fuerte al bolívar soberano. No obstante, un funcionario de prensa del Banco Central de Venezuela se negó a hacer comentarios sobre la materia.
De igual forma se conoció que el Gobierno también está retrasando la operación debido a que considera eliminar más de tres ceros de la moneda, con la finalidad de mantener el ritmo de la inflación en el país que se calcula en 60.770%, lo cual significa que los precios aumentan diariamente alrededor de 3,4%, según otras dos fuentes con conocimiento directo de las discusiones.
Siguen esperando el papel moneda
Y es que es de recordar que desde finales de 2017 el Gobierno de Venezuela comenzó a solicitar más de 4 millardos de nuevas notas de proveedores, incluido el Basingstoke, con sede en el Reino Unido, el Rue Boston y el Massachussets Crane Currency, según documentos del instituto emisor venezolano y una persona con conocimiento de las compras.
En este sentido, se destaca que la aguda escasez de papel moneda en todo el país se ha sumado a la miseria que viven los venezolanos, que dependen del efectivo para sufragar el costo de transporte público, así como la compra de gasolina y alimentos subsidiados, entre otros gastos prioritarios. Ya que en Caracas los ciudadanos están desesperados y pagan recargos de hasta 200% por el papel moneda con el fin de disponer de efectivo.
Esto se deriva a que el presidente Hugo Chávez asumió un plan similar de reconversión monetaria hace una década, el cual consistió también en cortar tres ceros de la moneda e introduciendo el bolívar fuerte en sustitución del bolívar.
Por lo que desde que Maduro, sucesor de Chávez elegido a dedo, tomó el poder en marzo de 2013 la moneda venezolana se ha vuelto prácticamente inútil por la hiperinflación en medio de la caída de los precios internacionales del petróleo y el gasto estatal sin control.
El retraso ha generado que los ciudadanos permanezcan en ascuas ante la posible adquisición de la nueva moneda, aunado a esto que actualmente algunos comercios y transportes no están aceptando los billetes de Bs. 100, 500 y 1000, a pesar que en el banco si son recibidos, haciendo que la población padezca para poder adquirir productos y transportarse.
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