Mucha tecnología, diseño neutro y comportamiento sobrio es lo que caracteriza al Ford Focus 2018, haciendo que sea un auto pequeño, cómodo y versátil. Además que cuenta una nueva paleta de colores
El Ford Focus 2018 presenta diferentes paquetes de equipamiento sin alterar el carácter estético del vehículo, teniendo los acabados Titanium y ST Line son los que aportan los toques más deportivos, mientras que el acabado está pensado para aquellos clientes que busquen más elegancia y sobriedad con una mayor cantidad de elementos cromados.
Además se ha creado el acabado Active, como ya se hiciera con el Ford Fiesta. De igual forma se eleva ligeramente la suspensión y se añaden los plásticos protectores negros, todo esto mejorando la estética del auto.
En cuanto al interior es ergonómico. Lo principal es la pantalla, de manejo táctil y con un tamaño de hasta ocho pulgadas, por debajo de ella quedan el resto de elementos e instrumentos.
La presencia de botones se ha reducido gracias a que la pantalla es capaz de absorber una mayor cantidad de funcionalidades, además que mantiene el módulo de la climatización, fácil y rápido de manejar sin tener que ir desplazando varios menús por la pantalla.
Se ha mejorado la calidad percibida gracias a unos materiales de mejor selección, que aportan ese salto de sensaciones. En cuanto las molduras pueden cambiar en función del nivel de equipamiento seleccionado.
La zona más sensible de ser modificada es el túnel central, dependerá del cambio manual o automático. En el caso de elegir el primero se encontrará la tradicional palanca con sus correspondientes botones auxiliares a los lados. Por el contrario si optamos por la transmisión automática nos encontramos con que la palanca ha sido sustituida por una rueda selectora, situándose el resto de la botonera por detrás. En todos los casos el freno de mano es eléctrico.
Saltando al puesto de conducción tradicional
El volante multifunción presenta una forma muy similar, al igual que el cuadro de instrumentos que no cae en la tentación de ser digital como tan de moda está ahora. Dos esferas nos informan de lo básico y un display central nos muestra el resto de datos que podamos necesitar.
Mientras que el apartado tecnológico toma cada vez más relevancia, ya que además de disponer de todos los asistentes a la conducción habidos e imaginables, tales como el detector del ángulo muerto, el aviso de la salida de carril, el control de crucero adaptativo con función freno, la cámara con detección de obstáculos, el asistente de luces conectado a unos faros Full LED, y el sistema de seguridad de 360º, que gracias a diversas cámaras y sensores monitorizan todo lo que rodea al coche, pudiendo éste actuar de forma autónoma para evitar una colisión.
Eso es todo lo relativo a la seguridad activa y pasiva, por lo que cuenta cámara de aparcamiento, sensores de luces y lluvia, acceso y arranque sin llave, sistema de infoentretenimiento SYNC 3 con conectividad para Android Auto y Apple CarPlay, navegador, asientos climatizados, y por primera vez en un Ford en Europa, el Head-Up Display.
Usa arquitectura C2
El nuevo Focus usa la arquitectura C2, lo que ha provocado que el crecimiento del Focus apenas se haya hecho evidente, por lo que la ganancia total es de apenas 12 milímetros, mientras que la distancia entre ejes gana hasta los 2,7 metros (52 milímetros más). Eso se traduce en que es un auto más habitable, al menos en sus filas posteriores, donde deja un mayor espacio para las piernas de los ocupantes.
De hecho cuatro ocupantes viajarán muy bien, mientras que ese quinto deberá ocupar una plaza algo más incómoda al ser más estrecha y ligeramente sobrelevada. Aun así tres personas pueden ocupar la fila trasera siempre y cuando no sean excesivamente grandes. Tres sillitas infantiles no entran.
La ganancia de tamaño, por pequeña que haya sido, se traduce también en un mayor volumen de carga, siendo este mínimo de 375 litros, capacidad que crece hasta los 1.354 si abatimos la segunda fila de asientos.
Además que presenta cuatro motores, dos diésel y dos gasolina. En cuanto a las unidades de gasolina, todo pasará por los tres cilindros del bloque Ecoboost de un litro que será capaz de ofrecer 100 y 125 caballos. En este caso la tracción será delantera, sin importar si montamos el paquete Active, con cajas de cambios manuales de seis velocidades.
En cuanto a los diésel la oferta solo estará conformada por el motor 1.5 EcoBlue que será capaz de ofrecer dos niveles de potencia: 95 y 120 caballos. En todos los casos los bloques llegarán asociados a una tracción delantera una vez más y a un cambio manual de seis velocidades, salvo por el 1.5 EcoBlue de 120 CV que será el único que tendrá opción de montar un cambio automático de ocho velocidades de forma opcional.
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