La mejor forma de combatir la COVID-19 es el distanciamiento social, uso correcto de mascarillas y el lavado de manos
César Dommar, presidente del Instituto Clínico Unare, en Puerto Ordaz,señaló que desde antes de la pandemia, las clínicas ya venían con una depresión importante producto de la falta de combustible y la propia situación económica del país.
La pandemia llegó en el peor momento no solo para el sistema de salud pública en Venezuela, sino también para las clínicas privadas, señala Dommar.
Justo en ese momento ya enfrentaban el hecho de que «el oxígeno estaba demasiado costoso, los insumos de bioseguridad estaban costosos también porque no eran de uso frecuente, y comenzaron a haber un número importante de fallecimientos y contagios para los trabajadores de la salud. Eso, para las personas que estamos ocupados a atender a los enfermos, fue una verdadera catástrofe».
«Ahorita la situación económica ha empeorado en la mayoría de las clínicas. En algunas, dos o tres que afortunadamente para ellas les tocó condiciones estructurales mejores de tener oxígeno y un número de personas suficientes, en la atención de enfermos les ha ido bien. Desgraciadamente esta es una patología demasiado costosa, sobre todo en el oxígeno», destacó Dommar.
Aunado a lo anterior, está el caso de que algunos proveedores de oxigeno han agotado su inventario por la alta demanda y en algunos casos, los familiares de pacientes que están siendo atendidos en sus hogares, deben esperar por orden de pedido para poder recargar los cilindros para sus enfermos.
Agregó que si bien la mejor forma de combatir la COVID-19 en 90% es el distanciamiento social, uso de mascarillas correctamente y el lavado de manos, «eso se ve imposibilitado muchas veces porque no hay agua o jabón, y el uso del gel o alcohol también se ha puesto demasiado costoso».
En ese sentido, reiteró la necesidad de una vacunación masiva, ya que ello va a lograr lo que se conoce como el efecto rebaño. «Si por lo menos el 70% de la población está vacunada, se va creando un cerco epidemiológico y el contagio va siendo menor».
Sobre el manejo de oxígeno, Dommar señaló que algunas clínicas han instalado concentradores de oxígeno, aunque hay unos que están funcionando bien, y otras que no.
Por otra parte, observa que hay una disminución en la llegada de pacientes con esta patología, en parte por la toma de conciencia ciudadana en la prevención.
Con información de Caraota digital
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