Un filamento que se extendía hasta la mitad del disco solar se volvió inestable y estalló alejándose del Sol
Algo le está ocurriendo a nuestro Sol. El pasado 11 de julio, una de las regiones de la atmósfera solar que actualmente exhiben manchas solares despertó la atención de los observatorios debido a un repentino incremento de su brillo en ultravioleta y rayos X.
Los siguientes en notarlo fueron radioaficionados a ambos lados del Océano Pacífico, al ver sus comunicaciones brevemente interrumpidas.
Acababa de producirse una fulguración solar. Es decir, una súbita emisión de radiación electromagnética y partículas energéticas localizada en una pequeña región de la atmósfera solar. Una región donde, además, el campo magnético es especialmente fuerte y complejo.
En muchas ocasiones, una fulguración solar precede un evento mucho más impactante. El mismo campo magnético que generó tal fulguración se retuerce bajo la superficie del Sol, arrastrando enormes cantidades de plasma solar fuera de la misma y, como si de un cañón se tratase, lanzándolas a gran velocidad hacia el espacio. Hablamos entonces de una eyección de masa coronal.
SPECTACULAR FILAMENT ERUPTION: A filament stretching halfway across the solar disk became unstable and erupted away from the Sun. Couple things to note: (1) A section of it twists (magnetic energy being released). (2) After the event two bright ribbons form – a two-ribbon flare! pic.twitter.com/d3GN6S5Dpy
— Keith Strong (@drkstrong) July 16, 2022
A diferencia de la radiación proveniente de una fulguración (que alcanza la Tierra a la velocidad de la luz, alrededor de 8 minutos), las eyecciones de masa coronal las componen partículas cargadas moviéndose a cierta velocidad. Esto implica que pueden tardar entre unas horas a varios días en llegar a la órbita terrestre.
Con información de El Nuevo Herald
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