El amor es muy bonito, o eso dicen, pero tiene etapas muy diferentes que son necesarias para evolucionar en pareja o para darse cuenta de si realmente se quiere estar en una. Para ello, es muy importante reconocer todas y cada una de estas fases para así no caer en la desesperación y mantener la calma en todo momento.
Es verdad que hay momentos en los que uno pierde la esperanza y pretende tirar por la borda todos los años construidos; pero si se llega a superar las piedras en el camino y los obstáculos, el resultado puede llegar a ser muy gratificante.
Todas y cada una de estas etapas se van a comentar a continuación. En ellas, se verán procesos muy diferentes; desde la fase inicial en que el amor está súper presente, hasta las fases de distanciamiento, en los que algunos, probablemente recurren a unas de las mejores escorts prepagos de Medellín del portal de anuncios clasificados Skokka para así satisfacer sus necesidades.
Fase de enamoramiento
Cuando se inicia una relación, es debido a que ha habido cualquier tipo de atracción, bien sea mental, física o espiritual. Es entonces cuando la fase de enamoramiento está más presente. Esto es debido a que se siente la adrenalina de conocer a esa persona y realizar muchas actividades juntos.
Esta fase es el punto inicial o de partida que permite establecer una relación. La duración de esta es muy variada (desde un par de meses hasta años) y depende, siempre, de cada persona y circunstancias.
Hay estudios que demuestran que en este periodo existen hormonas muy involucradas. Entre estas hormonas se encuentran la dopamina, la noradrenalina, la serotonina, la testosterona y el estrógeno. Estas tienen unas funciones y características muy específicas que, sin duda, afectan y alteran la forma de percibir el mundo durante este ciclo.
En este momento se suelen sentir las conocidas mariposas en el estómago. Por ese motivo, el hecho de ser infiel o contactar con algunas de las más preciosas escorts prepagos de Cuenca es muy limitado, pues solo se tienen ojos para una persona.
Fase temprana de apego
La fase de enamoramiento lleva, indudablemente, a una fase de apego. En esta se consolidan aspectos, motivos o razones por los que se decide seguir con la relación. En este ciclo, las hormonas mencionadas previamente siguen presentes.
Algunos científicos suelen relacionar esta etapa con un momento en que solo se tiene vida social para hacer en pareja. Por este motivo, se prioriza el tiempo con la pareja, puesto que esto produce que aumenten los niveles de dopamina, serotonina y otros componentes químicos.
Es muy importante saber que cada persona, en este proceso, actúa de un modo muy diferente y esto suele causar muchos problemas si no se tiene el conocimiento necesario. Hay quienes sienten una dependencia hacia la otra persona; y otros que simplemente, debido a una madurez emocional mayor, no sienten esa necesidad constante de ver al otro.
Fase de crisis o de conflicto
Como se puede observar, todas las etapas están conectadas de un modo u otro y todas ellas tienen unas consecuencias, tanto positivas como negativas. Es cierto que en cualquier momento de la relación se puede atravesar por estos momentos incómodos, producidos, en muchas ocasiones, por problemas personales.
Aquí se habla de una situación en que uno de los integrantes (o incluso ambos) se plantea dejar la relación. Cuando se llega a este punto, la comunicación es esencial para seguir adelante y si se tienen menos ganas, hay que transmitirlo para así evitar inseguridades en la pareja.
La relación está condicionada a las decisiones que se tomen en un determinado momento. Es aquí cuando muchas parejas deciden darse un tiempo para reflexionar en privado la necesidad de seguir manteniendo dicha relación.
La iniciativa de darse un espacio puede llevarse de un modo muy diferente. Hay quienes utilizan ese tiempo para conocerse más interiormente y dejar un poco de lado el acto de socializar. Por otro lado, los hay que lo utilizan para conocer a personas nuevas, como las espectaculares damas de compañía El Alto, y ver si estas les pueden llegar a aportar tanto como las parejas.
Fase profunda de apego
Las parejas que consiguen solucionar la anterior fase llegan a lo que se conoce como el periodo profundo de apego. En este momento, los sentimientos se consolidan entre ambos y se crea un vínculo muy difícil de explicar.
Además, está demostrado que la oxitocina y la vasopresina, se muestran mucho más presentes. Y son estas hormonas, las que permiten que las relaciones triunfen y salgan hacia delante, incluso algunas llegan a durar décadas.
Los motivos que impulsan a mantenerse en pareja son los siguientes: estabilidad emocional o financiera, proyectos de vida en común e intereses mutuos. Cada relación es un caso diferente y cada uno decide la razón por la cual continuar.
Fase de vinculación
Las etapas de las relaciones de pareja llegan a su cumbre en este periodo. Aquí se inicia un compromiso, en el que las parejas deciden establecer la voluntad y el deseo de permanecer juntos.
Esta especie de promesa se puede llevar a cabo mediante una ceremonia, que es lo que se establece socialmente por las normas convencionales de la sociedad. Aunque hay muchos otros métodos para consolidar la relación, como hacer una inversión de vida juntos o tener un niño en común.
En conclusión, las fases de las relaciones son muy variadas y como se ha comentado todas tienen un motor especial. En cada una de ellas se descubren cosas nuevas acerca de la persona con la que se decide compartir la vida. Y es por ello que muchas veces las personas deciden rendirse antes de completar todas las etapas.
El hecho de cómo se lleve la relación es cosa de las personas que la forman. En este sentido, pueden decidir tener una relación única y exclusiva entre ellos; mantener una relación abierta en la que terceras personas como escorts pueden estar involucradas; u optar por una relación poliamorosa en la que los integrantes sean diversos.
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