FELIPE HERNÁNDEZ G*.
La Revolución Legalista fue una guerra civil encabezada por el general Joaquín Crespo Torres, que tuvo como causa el movimiento continuista del presidente Raimundo Andueza Palacio, quien pretendía perpetuarse en el poder mediante una reforma constitucional. Aunque constitucionalmente estaba estipulado que su período terminara el 20 de febrero de 1892, Andueza Palacio planeó reformar la Constitución con el fin de prolongar su estadía en el poder por dos años más, motivo por el que fue llamado por sus adversarios continuista.
En ese orden, Joaquín Crespo se alzó en armas el 11 de marzo de ese año en su hato “El Totumo”, al sur de San José de Tiznados en el estado Guárico, dando inicio a la guerra, que como la candela rápidamente se propagó por todo el país, tomando como bandera el argumento según el cual: “Los integrantes de este movimiento no están de acuerdo con las nuevas reformas hechas a la constitución, ya que las consideran continuistas, porque alarga el período presidencial”.
La revolución Legalista tomó ese nombre, porque sus integrantes –además de Crespo, los generales Ramón Guerra, Wenceslao Casado y José Manuel «el Mocho» Hernández— no estaban de acuerdo con las nuevas reformas a la constitución propuestas por el gobierno de Andueza Palacio, a las que consideraban continuistas, porque, entre otras cosas, proponía alargar el período presidencial a cuatro años y los revolucionarios sostenían que se debía nombrar un Consejo de Gobierno para que éste, a su vez, eligiera un presidente para el próximo bienio, según lo establecido en la Constitución vigente de 1881, conocida como la Constitución Suiza… Pero el gobierno, empecinado en continuar con sus aviesos planes, para combatir la revolución, nombró al médico y general Sebastián Casañas, quien ocupaba el cargo de comandante del ejército, antes había ocupado la presidente del Guárico (24/01/1874 hasta el 11/03/1875).
Esta nueva guerra civil rompe abruptamente con el período de paz que desde 1870 había impuesto en el país el general Antonio Guzmán Blanco. Escenario de “sosiego político y militar”, que le había hecho decir irónicamente al presidente Andueza Palacio, que “en Venezuela ya ni los gallos peleaban”. Infeliz frase, pues la contienda armada que desató con su práctica ofertó una ingente contabilidad de encuentros militares y muertes no vivida en el país desde la Guerra Federal (1859-1863). La revolución Legalista desató odios inveterados y luchas políticas entre las facciones guzmancistas, rojaspaulistas, anduecistas y crespistas. El partido liberal amarillo, como nunca le había sucedido con anterioridad, “estaba escindido en múltiples cabezas”, tal como lo reseñara irónicamente El Diablo, periódico humorista caraqueño.
Como consecuencia de la guerra civil que generó la revolución Legalista, en Valle de la Pascua y sus caseríos, quedó para la posteridad el recuerdo del camino crespero en las inmediaciones de los vecindarios de Jácome Abajo y Jácome Arriba. La historia es como sigue:
Con la excusa de alimentar las tropas que acompañaban a Crespo y su revolución, éste ordenó a los soldados y peones que mantenía en sus propiedades agrícolas en el oriente y sur del Guárico, recoger el ganado “realengo” que consiguieran en las sabanas del sureste de la entidad y lo llevaran hasta su finca “El Totumo” en los Tiznados, así como a Parapara, San Juan de los Morros o Villa de Cura, donde eran apotrerados, no sólo para alimentar las tropas sino también para venderlo.
Aunque la revolución llegó a su fin el 7 de octubre de 1892, cuando el general Joaquín Crespo, a la cabeza de 10.000 hombres y bajo un torrencial aguacero, entra a la ciudad de Caracas y toma el poder, el saque de ganado “realengo” de las sabanas del Guárico continuó durante todo el período de su segunda presidencia (1892-1898), con la excusa de reales o supuestos alzamientos en contra de su gobierno. “El 7 de octubre de 1892 entró triunfante a Caracas una multitud de hombres y mujeres liderados por el general Joaquín Crespo. Ellos y ellas, durante aproximadamente seis meses de combate, defendieron la llamada Revolución Legalista” (Inés Quintero: 2001).
El general Crespo tuvo posesiones agrícolas y viviendas en el municipio Infante, específicamente en Parmana (los hatos Tortuga y Guanayen) en Espino (una vivienda de tapia y rafa y techo de moriche), y en Valle de la Pascua (una vivienda en la calle El sol —actual calle Guasco— a media cuadra de la plaza Bolívar y de la catedral, casi al frente de la alcaldía, donde sede actual de la Escuela de Especialidades “san José”, así como un hato en el sitio de “La Sabana”, hoy llamado “El Páramo”, al noroeste de Valle de la Pascua).
Fue mucho el ganado del sureste del municipio Infante fue arreado hacia posesiones cresperas en el noroeste del Guárico y en el centro del país. En ese sentido, el ganado que era recogido como realengo (confiscado) en las inmediaciones de Parmana se le iba sumando el que encontraban en su recorrido por los sitios de Chimire, Centella (Las Piñas), La Arenoso, La Candelaria, La Arenosa, Rabanal, La Furia, Acerito, Espino, Bastardero, Mulatal, La Llanera, La Barrosa, Apamate, El Burro, La Barrosa, El Caribe, Melaito, Corozalito, Las dos Palmas, Las Mangas, Jácome Abajo…
El camino crespero se iniciaba en el caserío Jácome Abajo, aproximadamente en las inmediaciones del predio donde en la actualidad está la vivienda de Manuelito Díaz Ledezma, pasaba por el tapón de la laguna “La Escobalera”, seguía hacia “El Alto”, posesión que fue de Juan Manuel Bolívar y luego de don Felipe Hernández Bolívar, seguía por donde ahora está la finca de Baudilio Escobar Arzola, pasando por el frente de las posesiones de Juan de Jesús Higuera, Pancha Higuera, Ángel y Anselma Arzola hasta llegar a posesión “La Leareña” de don José Norberto Leal, en inmediaciones de donde ahora está construida la escuela del vecindario Jácome Arriba. En ese lugar se bifurcaba la vía. A la derecha la que conduce hacia el sitio de “Los Alcaravanes” en la carretera nacional que va al caserío Corozal y Valle de la Pascua; y a la izquierda la carretera rural que conduce a los caseríos Los Cañitos y Los Bálsamos (en la actualidad Los Bálsamos es un barrio al suroeste de Valle de la Pascua), de ahí enfilaban hacia El Páramo-El Desparramadero pasando por el pueblo de Lezama hasta llegar a su destino.
Como se puede ver, el llamado camino crespero, propiamente dicho, se extendía por la ruta siguiente: Jácome Abajo – Jácome Arriba – Los Cañitos – Los Bálsamos – El Páramo – El Desparramadero… famoso era el camino crespero, una pica abierta paralelamente a poca distancia del camino real, por donde los soldados y peones del general Crespo Torres desechaban el camino real que conducía a Valle de la Pascua. Así pasaban el ganado robado que ellos llamaban realengo, ganado confiscado para alimentar la tropa que participaba en los levantamientos y alzamientos de la Revolución Legalista iniciada el por el general Joaquín Crespo, el 11 de marzo de 1892, además de engrosar la fortuna del caudillo.
¿Por qué desechaban el camino real y pasaban el ganado por esa pica en las inmediaciones de Valle de la Pascua? Porque en esta población vivían muchos de los dueños de ganado que por las diferencias climáticas, en el período de sequía sacaban sus ganados para que pastaran en sus hatos y fincas en las sabanas de Parmana, La Peña de Marrero, Espino y otros sitios localizados en las inmediaciones del Orinoco medio. Así evitaban que los dueños se percataran de la sustracción del ganado que pastaba en sus propiedades.
REFERENCIAS
BOTELLO, Oldman. (1998): Los Tiznados. Orígenes de San Francisco y San José de Tiznados. Caracas: Congreso de la República de Venezuela. Ediciones de la Cámara de Diputados.
CARRILLO BATALLA, Tomás. (1999): De finales del siglo XIX al año 1908 (del Guzmancismo y Post-Guzmancismo al Castrismo). Caracas: Boletín de la Academia Nacional de la Historia Nº 327, julio-septiembre de 1999.
DÍAZ LEDEZMA, César. (2013): Entrevista. Valle de la Pascua, jueves 10 de octubre de 2013.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2012): La intervención de la Liga de Occidente ante la pretensión continuista del presidente Raimundo Andueza Palacio. Coro, estado Falcón: Ponencia leída por el autor en la XL Convención Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela (ANCOV) en honor a Santa Ana de Coro, ciudad primogénita, en sus 485 años de fundación. 23,24 y 25 de mayo de 2012.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2015): La Revolución Autonomista de los Estados. Valle de la Pascua: Periódico El Reportero, 30 de abril de 2015.
QUINTERO, Inés. (2001): Recuerdos de la revolución en Venezuela. (Estudio preliminar). Caracas: Ministerio de la Defensa.
SÁNCHEZ, Alfredo. (2009): Se alzó un General en el Hato «El Totumo», Estado Guárico. Informe21.com. Caracas: 11 de marzo de 2009.
UNESR-Cronista Oficial del Municipio Infante. Valle de la Pascua // fhernandez457@gmail.com
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