Ante la eminente crisis humanitaria en Venezuela, Ecuador tomó la decisión de salirse de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), puesto que estos dos países se han ido distanciando progresivamente desde que Lenín Moreno fue anunciado como presidente
De esta forma lo anunció el el ministro de Exteriores, José Valencia, quien resaltó en una comparecencia que «Ecuador no continuará su participación dentro de la ALBA«, además explicó que con ello su país quiere «reforzar» la búsqueda de una solución al problema político en ese país y al masivo éxodo de venezolanos.
Esta decisión se tomó durante un encuentro de varios ministros ecuatorianos con medios de comunicación en el Palacio de Carondelet, sede de la Presidencia, donde se abordaba el problema del masivo flujo de venezolanos que han llegado al país desde comienzos de año.
Durante esto Valencia resaltó que se trata de un problema que no puede «ser encarado por un país individualmente«, sino que exige «una respuesta de todas las naciones de la región«, y que la salida de Ecuador de la ALBA lo que trata precisamente es de impulsar esa solución.
Asimismo enfatizó que la salida de ciudadanos venezolanos de su país se debe a la crisis económica y política. También indicó que las repercusiones son regionales, sin embargo, «Ecuador será siempre solidario«, advirtió el jefe de la diplomacia ecuatoriana.
Se mantienen las críticas hacia Venezuela
Sin embargo, calificó de «inhumana» la actuación del Gobierno de Venezuela por permitir que millones de personas salgan del país como fruto de una crisis política, económica y social, y expuso la notoria frustración de su país «por la falta de voluntad política, en primer lugar, del Gobierno de Venezuela para abrir las puertas a una solución democrática«.
Una crítica hacia Venezuela que ha ido subiendo de tono en los últimos meses, particularmente desde que en junio dejara la cancillería la ministra María Fernanda Espinosa, del ala más izquierdista del Ejecutivo. Bajo el nuevo canciller, el Gobierno de Moreno parece tomar nuevos rumbos en política exterior, lejos de los de su predecesor, Rafael Correa.
Ante todo esto, Valencia explicó que Ecuador mantiene «una posición de principios» y que esta no se alinea con los de «la salida de ciudadanos venezolanos de su país se debe a la crisis económica y política». También aseguró que la salida de Ecuador de la ALBA no significa la intención de incorporarse a ninguna otra organización de integración regional.
El ministro indicó en ese sentido que con la decisión de abandonar el bloque lo que se busca es «ratificar la independencia» de su país en «su accionar general en la política regional, un accionar marcado en principios«.
Según datos difundidos por la Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 2,3 millones de venezolanos están viviendo fuera de su país, de los que más de 1,6 millones lo han abandonado desde el año 2015.
El jefe de la diplomacia ecuatoriana dijo que se trata del «mayor éxodo de personas en la historia reciente de América Latina» y recordó la iniciativa de su país de convocar a una reunión técnica regional los días 17 y 18 de septiembre en Quito.
En cuanto a la medida de solicitar pasaporte a ciudadanos venezolanos desde el pasado 18 de agosto, acotó que tras una reunión con el viceministro de Exteriores venezolano para América Latina y el Caribe, Alexander Yánez, consideraron necesario la provisión de documentos de viaje.
Valencia destacó que la acción de pedir el pasaporte fue comunicada de antemano a Acnur y a la ONU, con el fin de que se pueda verificar la identidad de las personas. En la misma comparecencia, el ministro del Interior, Mauro Toscanini, explicó que «se ha reforzado el control migratorio» en los pasos de «Rumichaca, Huaquillas y Mascarilla«.
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