Salir o no, ayudar o no, llamar o no, ir o no. Estas son apenas algunas de las dudas que agobian a los vecinos de las comunidades en las que ha llegado el COVID-19.
Para lidiar con la incertidumbre y el miedo que acompañan la pandemia, la psicóloga Siboney Pérez, integrante de Psicólogos Sin Fronteras, recomienda vivir en alerta, pero sin desesperación y tratando de generar un aporte conjunto que ayude a superar los momentos difíciles.
Con esto en mente, la especialista en Psicología Cognitiva y Magister en Coaching hace algunas recomendaciones a quienes viven de cerca un foco de contagio de COVID-19 en su comunidad, urbanización o conjunto residencial.
- Información validada y confiable: La pandemia ha generado muchísima alerta, sobre todo en los venezolanos por la carestía de los medicamentos, su ausencia y la crisis que vivimos. La preocupación aumenta ante el miedo de contagio y aquí es importante que se difunda información válida y confiable, que se corrobore cualquier posible contagio y que se emprendan medidas constructivas.
- Extremar las medidas: Una vez confirmado algún caso, lo que tienen que hacer los vecinos es aumentar la higiene de áreas comunes y garantizar las normas de bioseguridad recomendadas.
- Respeto al enfermo: Es fundamental respetar la privacidad o intimidad de las personas infectadas, porque nadie está exento de contagiarse. Por ello es importante no acosarlas, señalarlas o atacarlas.
- Evitar la estigmatización: Corregir y cambiar el lenguaje negativo que puede causar estigmatización o pretenda difundir información distinta al apoyo emocional que requiere una persona que padezca COVID-19.
- Alejarse del maltrato: Pronunciarse en contra de comportamientos negativos que puedan suscitarse en torno al paciente o familia con contagios de coronavirus, porque eso afectará el clima de convivencia y causará alarma en la comunidad.
- Informar con veracidad: Carteles informativos que ayuden a los vecinos a recordar las medidas de bioseguridad que deben seguir, ayudar y sugerir buscar ayuda a las personas para que todos estén protegidos son algunas de las medidas que nos mantendrán a salvo.
- Identificar lo que sientes: Una de las maneras para evitar que el miedo y el pánico no se propague como el virus es reconocerlas y compartirlas. Intercambiar impresiones con personas cercanas para desarrollar actitudes positivas que ayuden a superar circunstancias difíciles puede funcionar.
- Hacer de esto una causa común: El virus ocupa todos nuestros hábitos y cotidianidad, es una amenaza muy grande, por eso ver cómo nos apoyamos, nos ayudamos y nos fortalecemos entre vecinos nos ayudará a sobreponernos.
- Reforzar lazos vecinales: Pese al aislamiento, en estos días es necesario el contacto. El distanciamiento físico no supone distanciamiento emocional y por ello es necesario hacer nexos digitales para mantener el apoyo de unos a otros.
- Ayudar cuanto podamos: Sin exponernos, es importante tender la mano a quienes atraviesan esta enfermedad, ofrecernos a hacer lo que ellos no puedan por el aislamiento, mantenernos atentos a la salud de quienes tienen COVID-19, brindar apoyo mediante una llamada o un mensaje, enviar algún detalle o simplemente acompañar desde la distancia.
- No callar: Si alguien querido en la comunidad fallece como consecuencia del coronavirus, es importante conversar como vecinos, respaldar a la familia desde la empatía y entender que es una situación que todos podríamos vivir.
Por: El Pitazo.
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