Comercios de Barcelona: símbolos de una ciudad enérgica
Ya hemos comentado que Barcelona ha ido evolucionando al paso del tiempo, sin perder su origen y esencia. Es así que, gracias a todas las raíces de una estructura que se acondiciona al entorno y resiste sin perder su encanto y origen centenario. La vida de una ciudad inicia con sus comercios, tal cual es el caso de Barcelona, donde se siente su pulso vivo, con los comercios que la han acompañado desde tiempos inmemoriales.
Un ejemplo viviente, el comercio Cerería Subirá, enraizado en los más profundo de la historia de la ciudad. Su fundación en 1761, calle dels Corders, casco antiguo para luego ser llevada a la Bajada de Llibretería en 1908 a un edificio que fue decorado en 1847 y que se mantiene con su aspecto original. En su interior se destaca la escalera de adarve doble y dos hermosas estatuas femeninas que llevan fielmente, cada una, una lámpara de gas hasta ahora.
Así es como te mostraremos un interesante recorrido por los comercios más simbólicos de Barcelona. Contamos solo seis de los 180, que existen en la hermosa Barcelona.
Herboristería del Rei (1818)
La Reina Isabel II, lo nombró “el proveedor de la Casa Real” en 1857. Estaba especializado en plantas aromáticas y medicinales. Josep Vila, su fundador, recibió el título de Herbolario de la Cámara de la reina; por eso su nombre.
Situado en la plaza Real, aún vendiendo más de 200 tipos de plantas medicinales. Así como caramelos, esencias, aceites, regalices, productos naturales, ecológicos y cosméticos. Atendido por Trinitat Sabatés, su maestra herbolaria artesana. Esta denominación solo ha sido concedida a estas dos personas.
Las hierbas continúan siendo recogidas por profesionales y se tratan en forma artesanal, sin perder sus propiedades por la forma como se trituran o machacan y como se mezclan. La aromaterapia que brindan las hierbas dentro de la tienda es sensacional. Las dolencias desaparecen dentro de la misma. Impresionante vivencia de sentidos. Hasta sanguijuelas curativas se conservan en una hermosa fuente de mármol.
Camisería Xancó (1820)
Una misma familia, generación tras generación. Fundada por Antoni Cotchet y el dependiente Josep Xánco, la historia detalla el disgusto del joven Xánco por estudiar medicina por lo que su padre lo obligó a trabajar como mozo en ese lugar. Ubicado estratégicamente enfrente del Gran Teatre del Liceu, la prosperidad siempre se mantuvo y al morir su dueño, el joven quedó dirigiendo y como dueño del negocio. Así mismo, sus descendientes hasta momentos actuales.
Dos siglos de existencia, y encuentras a la cuarta generación Xánco a cargo del comercio. Con mayor impulso y dedicación. De esta forma, mantienen su oficio de la misma forma como lo hacían los primeros dueños, prendas únicas, tratadas con especial cuidado sin perder la moda y sus tendencias.
Restaurante 7 Portes (1836)
Desde 1836 este café ha deleitado a los que caminan por el pase de Isabel II. Su primer dueño, Josep Xifré , construyo unos Porches de Xifre, inspirados en la Rue Rivoli de París. Se residenció en ese lugar e instaló sus oficinas. Además construyó un café de primera clase. Lucía 7 puertas para el publico y una para la carga y descarga de servicios y mercancía. De ahí su nombre, era uno de los más conocidos. En 1929, pasó a ser un restaurante, aún más privilegiado, frecuentado por periodistas, políticos, intelectuales y artistas. Sitio de encuentro de gran gastronomía y de buenos gustos.
Pastelería La Colmena ( 1849)
Rosendo Abella endulza a Barcelona desde 1849 hasta que en 1868, el negocio pasa a manos de otra familia, Los Costa. Primero fue llamada Ca l´Abella ubicada en la actual Bajada de la Llibretería. Al pasar a otras manos su nombre cambio a La Colmena. Todavía se aprecian sus dos nombres en la fachada pasarse para la plaza de l´Angel. Los caramelos de esta pastelería eran los más buscados por su forma artesanal de preparación. Su aroma y bouquet atrañia a todos en la zona.´
Muchos propietarios ha tenido la tienda, hasta llegar a manos de Francesc Roig en 1927 y ahora sus descendientes. Bolados , turrones, cafés, azucares chocolates , tés y sin poder faltar, los muy solicitados caramelos artesanales. Decorado siguiendo las tendencias de Gaudí, el local se mantiene como en 1950.
Casa Gispert (1851)
Esencia, tradición e historia, en pleno corazón de Born, cerca de la Basílica de Santa maría del Mar. Este comercio representa una de las joyas de la historia de Barcelona. Su ramo se basa en productos coloniales desde 1851: café, té, frutos secos, desecados, cacao, vainilla, canela, azafrán y especies, las más exóticas y aromáticas. Es increíble el delicioso sabor del chocolate, bombones y cualquier exquisites. El aroma y las sensaciones mantienen vibrante la experiencia y a quienes permanecen o solo pasan por el lugar.
Intacto su horno de leña, de estilo antiguo, único para la experiencia y perenne, donde hoy tuestan los productos siguiendo la técnica de los originarios Gispert.
Granja Viader (1870)
Siendo primero una lechería, se ha imponiendo a los cambios, respondiendo a tendencias y gustos. Situada en el Carrer Xuclá, junto a otro lugar centenario, como lo es la antigua Compañía de Tabacos de Filipinas, actual Hotel 1898. Siempre en manos de la familia, destaca el mató y el queso fresco, los melindros, el chocolate suizo o las ensaimadas. Aunque no se la hace justicia si omitimos, la sobrasada mallorquina, la tarta de queso, los bikinis de foie-gras, la tarta tatín o los productos muy buscados sin gluten.
El encanto de la historia de la hermosa Barcelona transciende a través de sus comercios de más de un siglo. Podemos continuar, la Manual Alpargatera (1941) y tantos más. Cercanos o alejados, recorre Barcelona, con la modalidad eléctrica, sin contaminar. Opta por pasear en coche eléctrico de segunda mano.
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