El panorama no es alentador donde según los hechos de violencia aumenten estos últimos meses de campaña. Los carteles de la droga mantienen el dominio en las regiones y evitan que personeros enemigos ocupen cualquier cargo político.
Franklin Carrillo.
Para este primero de julio se tiene previsto la elección de un nuevo presidente en México, país donde los crímenes, asesinatos y enfrentamientos entre grupos armados lo han catapultado como uno de las regiones más violentas del mundo.
La campaña que comenzó a finales de marzo, simplemente se ha visto “bañada en sangre” con un centenar de asesinatos de políticos y aspirantes a cargos a elegir en los próximos comicios. Y es que las elecciones no solo contemplan al presidente, sino también a 500 congresistas y 3.000 cargos locales.
Según expertos en la materia han catalogado esta campaña electoral que todavía anda en pie como la mas sangrienta de la historia mexicana, donde el político Claudio Merino Pérez, quien aspiraba para el cargo de alcalde de Jamiltepec (Oaxaca) fue acribillado cuando se encontraba en un centro de estética de su esposa.
Testigos del hecho indicaron que dos sujetos entraron al establecimiento y dispararon a Merino Pérez hasta dejarlo muerto, para luego huir del lugar.
La OEA ha estudiado el tema indicando que al menos 1 político es asesinado cada cuatro o cinco día, resaltando el mes de diciembre donde ocurrieron 13 asesinatos, octubre y febrero con 10 asesinatos, enero con 9 asesinatos, marzo con 8 asesinatos, noviembre con 7 asesinatos, septiembre con 4 asesinatos y en lo que va de abril 3 asesinatos.
Almagro resalto que:
“es un margen de violencia absolutamente inaceptable en un proceso electoral”
E hizo el llamado a los cuerpos de seguridad y gobierno darle un parado a la ola de violencia en México.
Guerrero “Metrópolis de los Carteles”
Hasta ahora donde han sucedido mas asesinatos es el estado de Guerrero donde un total de 16 muertes violentas de políticos han ensangrentado el proceso electoral. Se resalta que este territorio es dominado por sanguinarios carteles de la droga enfrentados entre si por el control de la distribución.
Los políticos han denunciado que no solo deben contabilizar las muertes, en algunos casos ellos quedan heridos en ataques armados donde también se ven involucrados como victimas sus familiares y equipo.
Oaxaca y Puebla han contabilizado 8 asesinatos, Veracruz 7 y Jalisco 4 así como el Estado de México con 3 y Guanajuato, Chihuahua, Colima y Durango con 2 asesinatos.
Si se contabilizan las perdidas por partidos políticos apunta la lista el PRI (Partido Revolucionario Institucional) con unos 22 miembros asesinados, el PRD (Partido de la Revolución Democrática) con más de doce políticos asesinados y el PAN (Partido Acción Nacional) con nueve políticos muertos.
Muchos hablan que esta ola de violencia no parara y se intensificara en los últimos meses antes de las elecciones. Se puede evidenciar el dominio que mantiene las mafias y carteles mexicanos sobre el país, donde ellos mismos deciden quienes gobernaran y buscan la manera que sus intereses no sean afectados por gobiernos que busquen acabarlos.
Sobre estos asesinatos han surgido múltiples hipótesis entre ellas las deudas que pudieron haber tenido los muertos con los carteles de la droga. En otros casos se habla de posibles mandados por parte de otros políticos con amistades en los carteles.
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