Felipe Hernández G.
UNESR / Cronista Oficial del Municipio Infante
Entre la noche del 16 y el 17 de abril de 1818… hace 200 años, intentaron asesinar al Libertador Simón Bolívar, en un sitio conocido con el nombre del Rincón de los Toro, cerca de San José de Tiznados, población que localizada en la parroquia Ortiz en el estado Guárico.
Un episodio más de los tantos episodios bélicos ocurridos en el suelo de los Llanos del Guárico entre 1811 y 1821 durante el desarrollo de la Guerra Nacional de Independencia, puesto que su geografía fue escenario de importantes acciones bélicas, a las que su aguerrida población se incorporó indistintamente a los bandos en conflicto. Puesto que este territorio de la geografía venezolana permaneció durante la guerra, unas veces en poder de los realistas y otras bajo el control de los patriotas.
En 1818, para el mes de febrero el general Bolívar había derrotado a las fuerzas de Pablo Morillo en su campaña de Calabozo. Después de esta victoria, Bolívar ayudado por el general José Antonio Páez persiguieron las tropas del jefe expedicionario, entablándose fieros combates entre los dos ejércitos, capitaneados por ambos jefes supremos. El general José Antonio Páez, en su Autobiografía (1987) T.I: 163), informa que “En Ortiz se enfrentaron el coronel realista Rafael López y Simón Bolívar, acción en la cual murió el valiente patriota Genaro Vásquez, y son rechazados los republicanos, que se dirigieron a San José de Tiznados”.
Se refiere a la batalla de La Cuesta o La Indecisa, el 26 de marzo de 1818, donde el general Simón Bolívar se enfrentó a los realistas Rafael López y Miguel de la Torre.
Luego de esta acción, atendiendo órdenes del general Morillo, el coronel Rafael López se traslada al pueblo de San Juan Bautista de El Pao, pero sintiéndose acechado por Páez, se dirige a la zona de Tiznados con la idea de batir a Bolívar que acampaba en el sitio del Rincón de los Toro. El general Páez en suAutobiografía (Ob. Cit. T.I: 164), se refiere a la sorpresa del Rincón de los Toro en los términos siguientes: “…en la noche del 16 un sargento de los nuestros se pasó al enemigo y reveló el santo y la seña de la división, la fuerza de que constaban y el lugar donde se hallaba el Jefe Supremo. Concibió entonces López la idea de sorprender al Libertador y confió la operación al capitán don Mariano Renovales, haciéndole acompañar por ocho hombres escogidos por su valor…”. El santo y la seña era “papelón con queso”…
Los testimonios del general Páez señalan al coronel Francisco de Paula Santander, como el hombre que guió hasta el sitio donde se encontraba Bolívar a los realistas, quienes se hacían pasar como patriotas, y de inmediato descargaron sus armas contra las hamacas, en una de las cuales dormía el Libertador, que afortunadamente no se encontraba allí en ese momento. Los documentos realistas presentan los sucesos del Rincón de los Toro tal como se exponen a continuación, según documentos del Archivo de la Academia Nacional de la Historia. Sección: Ejército Expedicionario de Costa Firme, vitrina I, N° 55, p. 222; donde se expone:
“El día 14 de abril se puso el Coronel López en marcha desde Las Cañadas para El Pao con dirección a San José de Tiznados […] al ponerse el sol se cogieron dos espías que mandaba Monagas a Blanca, ordenándole se retirase porque López había entrado a San José donde probablemente le tomaría la retaguardia…”. Antes de llegar a las sabanas del Rincón de los Toro hubo un corto combate en donde pereció el comandante patriota José Francisco Blanca. “…La infantería de López siguió por otra sabana del Rincón de los Toro, siendo su total unos 600 hombres donde acampaba una división enemiga compuesta de 960 hombres. El bulto de 15 bestias que pastaban en la entrada de la sabana llamó la atención de algunos que iban a la cabeza de la columna ya formada en masa, lo que en consecuencia hizo alto, enseguida se practicó el reconocimiento del sitio y se encontraron dos hombres blancos dormidos a los cuales se les despertó con precaución y fueron conducidos a la columna, se supo el número de insurgentes y que se hallaban a muy poca distancia, acostado en hamaca el rebelde Simón Bolívar y algunos otros de su comitiva… la infantería y caballería dormían en la sabana, ajenos todos de semejantes sucesos… el coronel López se introdujo en el campo enemigo con un sargento mayor, don Tomás Renovales […] en esta circunstancia se aproximaba este jefe a una hamaca colgada de los arbustos y se ve en la precisión de hacer fuego a ella porque procuran de reconocerle los enemigos aturdidos, cuando Simón Bolívar huye despavorido medio desnudo… y su capellán(Pbro. Esteban Prados) es víctima de este lance…”.
La sorpresa realista causó confusión en los patriotas que trataron de reunir sus fuerzas en medio de la oscuridad de la noche para hacer frente a las avanzadas del coronel López y su Regimiento de Cazadores de Navarra. En la acción murieron algunos bizarros jefes, entre ellos, Vicente Palacio y cayeron prisioneros otros que después fueron fusilados por orden de Morillo.
En el combate del Rincón de los Toros, en las filas de las tropas del Rey hubo siete muertes, incluida la del osado coronel Rafael López, uno de los mejores jefes de caballería que llegaron a tener los realistas, natural de Pedraza, provincia de Barinas, perteneciente a una de las familias más conocidas de esa provincia; y 21 heridos.
Por su parte, en el campo patriota hubo 300 muertos, incluyendo a Vicente Palacio; 140 prisioneros, más 50 mujeres de mal vivir; 30.500 cartuchos embalados; 12.000 piedras de chispa, 400 lanzas, 400 fusiles nuevos; 20 machetes, 20 cajones de palos y azadones y varias bestias de carga y caballos.
Valle de la Pascua, jueves 12 de abril de 2018.
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