Algunos que viajan en la Caravana Migrante han tomado la decisión de quedarse en México ante las dificultades que se están presentando en la frontera norteamericana
Los centroamericanos que desde el 19 de octubre iniciaron la llamada Caravana Migrante han tomado la decisión de rehacer su vida en algunos estados de México, a pesar que inicialmente su objetivo era llegar hasta Estados Unidos. Y es que a pesar de todos los kilómetros recorridos han visto con preocupación las trabas para llegar a norteamerica.
Hondureños, salvadoreños y guatemaltecos manifestaron que trabajaran en algunos estados mexicanos hasta que las «cosas se calmen» con el Gobierno estadounidense. «Sé que en México se tiene la oportunidad para salir adelante», manifestó el guatemalteco José Ramírez, quien con su esposa y su hijo en brazos viaja por el sur del oriental estado de Veracruz.
Las personas están agradecidos con la solidaridad de los mexicanos, quienes por donde transitan y les solicitan ayuda se les ha brindado. «Ya no vamos a ir a Estados Unidos», aclara el hombre, cuyo oficio está en el ramo de la construcción. Ahora, agrega, busca quedarse «para darle una mejor vida» a su bebé y esposa, aunque aún no tiene definido en qué estado residirán.
En algunas regiones como Veracruz la solidaridad es mayor y hasta en ocasiones los migrantes han resaltado que la forma de hablar y hasta las costumbres son parecidas a la de los centroamericanos, por lo que no ven mucho problema el adaptarse y rehacer sus vidas.
Existe algunos que han presentado problemas como el ser detenidos por las autoridades migratorias en Chiapas y siendo deportados por lo que han desistido de migrar y tratar de continuar con sus vidas en sus países nativos, y ahora más luego de que soldados estadounidenses fuesen enviados a la frontera para detener la caravana.
No tienen algún estado definido
Distintos grupos que han llegado a México en la caravana actualmente no tienen definido ningún estado en particular para establecerse, algunos esperan trabajar algún tiempo en Puebla para dirigirse luego a la Ciudad de México.
A pesar de la solidaridad y las costumbres, algunos aseguran que se quedarán dependiendo de como se sientan. Y es que el mar de personas con un aproximado de 5.000 centroamericanos esperan no tener que regresar a sus países, debido a la difícil situación social, política y económica por la que atraviesan.
Hasta familias completas hacen el recorrido en busca de un mejor futuro, y colocan toda su esperanza en que al cruzar la frontera de Estados Unidos serán protegidos por el programa de procesamiento de refugiados para menores centroamericanos (Central American minors (CAM) Refugee/Parole program), a pesar de que en agosto de 2017 fue cancelado por el actual gobernante, Donald Trump.
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