Se puede hablar de problemas presupuestarios debido al carácter masivo de las migraciones que están teniendo lugar.
Esta situación de alarma social, económica y política en Venezuela sigue siendo una seria preocupación a nivel internacional. Esta condición hace que cada día miles de venezolanos se vean forzados a abandonar su país para dirigirse a otras zonas de mayor estabilidad.
De este modo, los países periféricos está viviendo una gran entrada de venezolanos que necesitan buscar nuevas oportunidades de vida hasta que la situación de su país se vea estabilizada de algún modo.
Como no puede ser de otro modo, este hecho afecta tanto al país de procedencia de los migrantes como también a aquellos otros países que reciben a tantas personas.
¿Qué supone esta crisis para los países receptores?
Toda Latinoamérica se ve influenciada por este fenómeno de un modo u otro y no en todas partes se toma la situación con la misma perspectiva. Lo cierto es que se puede hablar de problemas presupuestarios debido al carácter masivo de las migraciones que están teniendo lugar.
Es difícil para un único país sostener de forma adecuada la vida digna de tantas personas que llegan con nada entre las manos y que dejan todas sus posesiones atrás buscando un nuevo hogar que los acoja.
La necesidad más urgente de estos migrantes hace referencia a cuestiones de alojamiento y alimentación y solo cuando estos ámbitos estén cubiertos se puede iniciar un proceso de integración en la sociedad que los recibe. Sin embargo, la gran cantidad de personas que llegan hace inabarcable este trabajo para los servicios sociales de algunos países.
La asistencia sanitaria también puede resultar realmente problemática ya que se multiplican las necesidades de atención por parte de personas que aún no contribuyen a las arcas públicas de ningún modo. Esto genera un desequilibrio muy difícil de tramitar.
Nuevas oportunidades
Por otra parte, hay que saber apreciar también el lado positivo de las crisis y comprender que la cooperación internacional la organización racional de los migrantes y la puesta en valor de sus potenciales como agentes activos de la sociedad serán cruciales para conseguir que el equilibrio sea restablecido.
En este sentido, la llegada de tantas personas capaces a un nuevo lugar es una verdadera oportunidad en el plano económico. Esto es así porque muchas de estas personas llegan con sus bienes y hacen gasto en el país de acogida para su propia supervivencia. De igual modo, se trata de una población con un alto porcentaje de personas en edad de trabajar que se convierten en valores activos para una sociedad que sepa aprovechar ese factor.
Así, la relativa juventud de la nueva población incrementa el número de personas económica y laboralmente activas en el país de llegada aumentando con ello el potencial económico. Ya son muchos los datos que van indicando un crecimiento de la economía, el consumo y la inversión directamente derivadas de la aportación de los migrantes. Para potenciar estos beneficios es importante que las administraciones y gobiernos de los países legislen en beneficio de la integración laboral y social de las personas que llegan.
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