Contra el cambio climático, todos debemos contribuir
Diariamente el ser humano para realizar sus actividades, utiliza inmensas cantidades de energía que vienen ocasionando daños ambientales severos a nuestro planeta. Pero existen muchas formas para que todos nos unamos en la lucha contra el cambio climático y colaboremos en tener un ambiente sano y de mayor provecho para la humanidad.
Múltiples son las causas que generan la contaminación de La Tierra, planeta que posee enormes recursos energéticos, pero que no tienen la debida utilización por parte del hombre en función de preservar su salud, originando esto el desequilibrio ecológico que observamos.
Las formas contaminantes más extendidas que inciden en el cambio climático
En diversas formas el hombre suministra diariamente toneladas de sustancias contaminantes al ambiente, tanto el aire, las fuentes de agua y la superficie del planeta en general, son depositarias de los agentes tóxicos que estamos obligados a controlar para evitar que sucedan catástrofes posteriores.
Desde el uso de artículos cosméticos como desodorantes en aerosol, de aparatos secadores para el cabello, de sistemas para la climatización de los ambientes y el uso de vehículos automotores, son actividades que ejecuta diariamente la gran mayoría de las personas para su bienestar. El problema se inicia cuando los gases y otras sustancias que se producen, van degradando de manera masiva nuestra atmósfera, las fuentes de agua y nuestro suelo; ocasionando fenómenos que alteran el desarrollo de la vida en forma armónica.
El consumo de gases no ecológicos, deteriora fuertemente la capa de ozono, permitiendo que los rayos solares penetren con más fuerza y ocasione aumento de la temperatura global e incida directamente en la salud de los seres humanos. Estos gases por lo general se encuentran en los aerosoles como las pinturas y en los equipos de aire acondicionado y para refrigeración industrial.
Las emanaciones que se producen al quemar combustibles de origen fósil, como la utilizada por los vehículos y algunos sistemas para calefacción, originan tanto la contaminación del aire que respiramos como el denominado efecto invernadero, que también se traduce en mayor calor para el planeta.
Los productos químicos que se utilizan en la agricultura no orgánica, al final contaminan nuestra fuentes de agua y el suelo.
Las grandes empresas desechan al aire muchos vapores que degradan el ambiente y que son diseminados por las corrientes de aire y llegan a muchos sitios aumentando el radio de actividad.
En fin, son mucha y muy variadas las causas de la contaminación que estamos obligados a combatir para el bien de todos
Y entonces, ¿Qué debemos hacer?
Desde hace varios años se toman medidas contundentes para que la utilización de las energías tan necesarias en función del desarrollo, no continúen ocasionando colateralmente daños a nuestro único hogar, el planeta Tierra.
La Organización de las Naciones Unidas, las ONGs ambientalistas, las autoridades gubernamentales y múltiples empresas, ya se suman a la toma de medidas para frenar el cambio climático. El ahorro de energía mediante sistemas más eficientes con la ayuda de nuevas tecnologías; la construcción de viviendas diseñadas para que sean sustentables energéticamente; el uso de vehículos que no requieran de energía fósil para su desempeño; el cambio en los sistemas de iluminación para que sean más eficientes y fundamentalmente, el cambio de hábitos energéticos que las personas deben desarrollar a cabalidad, para de esa forma contribuir en la lucha contra e cambio climático y la degradación paulatina de nuestro ambiente.
El planeta Tierra es nuestra única residencia y por lo tanto, es deber de todos asumir el reto de vencer las actuales condiciones, e imponer una nueva manera de utilizar nuestras energías, solo implementando aquellas que son totalmente renovables y amigables con el ambiente.
La tarea es de todos ya que el problema es de todos, y solo juntos podremos resolver esta cuestión que amenaza fuertemente nuestro futuro.
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