Imagínate un postre con el exterior duro y caliente pero que en el interior su contenido sea un helado delicioso, pues con este dulce Alaska la boca se te hará agua, terminarás enamorado y sin querer compartir
El postre Alaska también es conocido como Omelette Sorpresa, ya que nadie se espera encontrarse con algo frío en su interior en una corteza caliente. Esta preparación consiste en cubrir el helado con merengue italiano para llevarlo al horno para que se dore pero lo sorprendente es que el helado no se derrite.
Para la preparación de esta receta deberás tener los siguientes ingredientes
1 litro de tu helado favorito
Mientras que para la base del postre
2 huevos
50 g de azúcar impalpable
50 g de harina
Para el merengue
4 claras de huevo
150 g de azúcar
Ahora procedemos a su realización y se inicia cubriendo un bol grande con una capa doble de film transparente, llénalo con helado (que no esté muy duro) y llévalo al freezer. Mientras tanto precalienta el horno a 170 ºC y coloca manteca sobre un molde de 20 cm.
Seguidamente para hacer la base bate los huevos y el azúcar durante 10 minutos hasta que tenga una consistencia parecida a una mousse. Tamiza la harina y, usando una cuchara de metal, incorpórala a la mezcla de huevo y azúcar con movimientos envolventes. Hazlo de a poco para que la mezcla no pierda su consistencia.
Vierte la mezcla en el molde y llévalo al horno por 15 minutos o hasta que la masa esté elástica. Déjala reposar hasta que se enfríe y retíralo del molde.
Para el merengue bate las claras de huevo y el azúcar impalpable hasta que se vea duro. Coloca el merengue en una manga pastelera. Mientras que para armar el postre retira el helado del bol y colócalo sobre la masa. Cubre el helado y la masa con el merengue y asegúrate de que quede cubierto por completo. Usa una cuchara para alisar el merengue y cubrir toda la superficie del postre. Lleva el postre al freezer hasta que esté listo para servir.
Antes de servir, precalienta el horno a 220 grados y, cuando esté caliente lleva el postre y déjalo durante dos o tres minutos o hasta que el merengue tome un tono dorado.
El merengue funciona como aislante y por eso el helado no se derrite. Sin embargo, un par de segundos de más en el horno puede ser todo lo que se necesita para convertir el postre en una sopa dulce. Por eso, si no te sientes cómodo llevando el omelette sorpresa al horno, siempre puedes usar un soplete para cocinar el merengue sin arriesgar el helado.
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