06 de octubre del 2017.-
El partido UPP 89 no aceptará alinearse con el PSUV y ser cómplice de todas las tropelías y mentiras que se hacen o dicen desde el gobierno y desde su decadente y pervertido partido de gobierno. No aceptará cerrar los ojos y no observar cómo se hace uso y abuso de los dineros públicos en la campaña electoral mientras el pueblo pasa trabajo para medio sobrevivir. No aceptará quedarse callado ante la coacción, el chantaje, la extorsión, la intriga, la compra de conciencia, el clientelismo político, la demagogia y el populismo que se han hecho práctica común, indigna de todo aquel o aquella que se llamen revolucionario, para obtener votos.
No aceptará obviar los pactos y compromisos que se hacen con el capitalismo mundial y la derecha internacional y nacional, en detrimento de la soberanía nacional y haciendo uso de una falsa retórica antiimperialista, con el fin de obtener recursos monetarios para intentar permanecer en el poder. No aceptará dejar de considerar que es la descomunal e irresponsable emisión de dinero inorgánico la principal causa del impuesto inflacionario que sufrimos a diario todos los venezolanos y venezolanas. No aceptará las falacias de una narrativa de guerra económica cuando el gobierno y su partido no hacen nada para frenar la corrupción, el despilfarro de los dineros públicos, el gasto publico suntuario y no diseñan unas políticas fiscal, monetaria y cambiaria consistentes, ni una política verdadera de estimulo a la producción.
No aceptará la falta de valentía y la laxitud moral de muchos partidos políticos, organizaciones sociales e intelectuales, internacionales y nacionales, que se dicen de izquierda y que con su silencio alcahuete e interesado se lucran económicamente en detrimento de las luchas libertarias y emancipadoras de los pueblos. No aceptará asistir a ninguna alocución presidencial, ni a ninguno de los programas «Los Domingos con Maduro» o «Con el mazo dando» y reírse o aplaudir servilmente, sin el menor atisbo de dignidad, ante la superficialidad y fatuidad de todo lo que allí se expresa y difunde como expresión espúrea del más alto liderazgo político y vocería del país.
La política debe reencontrase con la dimensión moral de ella. El partido político debe ser un instrumento de las fuerzas sociales, al servicio de ellas y no por encima de ellas y del resto de la sociedad. El político debe responder a los principios y valores humanos inmemoriales. El ejercicio de la función pública debe estar regido por el mayor celo y recato éticos posibles.
Para ello, los «farsantes» – entiéndase el PSUV y la MUD – deben ser derrotados electoralmente. El camino es largo y es complejo, y la coherencia ética, la constancia y la perseverancia son indispensables. El 15 de octubre no será, parafraseando a Winston Churchill al referirse a la lucha de los británicos contra los alemanes, en la Segunda Guerra Mundial, el final del PSUV y la MUD, ni siquiera el principio del final, pero puede ser, quizás, ojala, el final del principio de ellos. Por el bien del país, de nuestro pueblo, al igual que de la política decente así lo deseamos y luchamos por ello. Necesitamos que los venezolanos y las venezolanas de buena voluntad, sin duda la inmensa mayoría del país, salgan de las trincheras de la vida privada y salgan a votar. La lucha es de todos y todas.
unidadpoliticapopular89@gmail.com
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