Los vecinos aseguran que a pesar de los anuncios según los cuales están bombeando agua, no han recibido ni una gota del líquido vital.
En una asamblea a la que asistieron residentes de varias calles de la comunidad, acordaron solicitar a las autoridades que se revisen las tuberías para detectar tomas ilegales.
Franklin Rodríguez CNP 17620
@franklinrodriguezvdlp
Los vecinos de la parte alta de la comunidad de Carlos Pérez tienen seis años que no reciben agua a través de tuberías, por lo que viven una suerte de camellos en el desierto, lo cual los obliga a tener que comprar el vital líquido a quienes lo venden en camiones cisterna.
Las familias que habitamos en las calles Panamá, Ecuador, El Salvador y Cuba, entre la calle Brasil y la avenida Manapire, somos las más afectadas, explico la profesora Ana Virginia Camacho, una de las afectadas, durante una asamblea celebrada con miras a buscar solución ante las autoridades de la hidrológica Páez y el alcalde del municipio Leonardo Infante, Ramón Piñango.
Esta es una comunidad numerosa, donde habitan personas de todas las edades, entre ellas muchos niños y personas de la tercera edad. La situación es bastante crítica, ya que en muchos casos no tienen agua ni para preparar los alimentos, lo cual se hace más difícil en estos momentos cuando la temporada de sequía es total por la ausencia de las lluvias.
Señalaron que desde el inicio de la gestión del nuevo alcalde de Infante se ha informado sobre el bombeo del agua, “sin embargo, a nosotros no nos llega ni una gota”, argumento una de las vecinas.
Entre los planteamientos que anunciaron van a elevar a las autoridades competentes, destaca la solicitud de que se haga una revisión a la red de tuberías con el propósito de detectar posibles tomas no autorizadas y en caso de que ello esté ocurriendo, se proceda a la desconexión para que de esa manera sea posible lograr la presión adecuada para el fluido hacia las viviendas de las familias afectadas.
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