Una Smart City es más eficiente por el uso de redes inteligentes
Según cálculos efectuados por los especialistas en demografía; para el año 2050 aproximadamente, el 75 % de los habitantes del planeta estarán asentados en la ciudades. El enorme gasto energético en las grandes ciudades representa para el año 2017 más del 55% del consumo total; con tal razón se requiere de redes inteligentes en las ciudades para aumentar la eficiencia y convertirlas en Smart City
Los enormes conglomerados humanos utilizan inmensas cantidades de energía que, al proyectar el consumo actual, se puede afirmar que sobre el 80% de la energía consumida en el mundo se hará en las ciudades para mediados del presente siglo.
Un conglomerado urbano necesita ser una Smart City
Como siempre afirmamos en nuestros artículos, la introducción de las nuevas tecnologías en el control del consumo de energía es, determinante para lograr el éxito en el combate al calentamiento global y al cambio climático que experimente nuestro planeta.
Cuando existen urbes enormes, en las cuales se desenvuelven millones de personas, se produce un gran gasto de energía para soportar la vida de esas ciudades.
La electricidad que se debe suministrar es mayor cada día; los combustibles fósiles también son consumidos en cantidades gigantescas, produciendo una alta contaminación. A esta situación hay que ponerle freno urgentemente, y de allí que se generen redes inteligentes para manejar el problema de eficiencia energética en las diversas ciudades.
Es palpable la preocupación generalizada para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos; Desde un conjunto de cambios que se desarrollan en el sector automotriz para potenciar la tendencia a desechar el uso del combustible fósil; hasta el uso de las redes informáticas para gestionar alumbrados, distribución de gas doméstico e incluso el agua potable.
Una real interconexión de las comunicaciones y los servicios que requiere la ciudad, son vitales para que ese conglomerado urbano tenga una gestión más eficiente en el manejo de la energía necesaria.
La creación de una smart grid significa lograr una enorme y funcional red de comunicación tecnológica con la finalidad de ordenar toda la gestión de una ciudad. Este desarrollo de las tecnologías se integran a las gestiones eléctricas y las de energías renovables para poder ejecutar la producción, transporte, calidad y medición de los consumos. Todo esto para que la ciudad utilice de la mejor manera posible la energía y genere menos problemas con la contaminación ambiental.
Quedan incorporadas en una smart grid, las administraciones dedicadas al suministro de agua potable y de gas natural, para completar una completa y eficiente gerencia de la ciudad.
Toda red inteligente debe ser medida permanentemente
El fín superior de implementar las smart grid o redes inteligentes consiste en brindar a los habitantes, la mayor suma de bienestar posible con el menor gasto energético y la mejor calidad en su ambiente.
Estas redes deben ser monitoreadas en todas sus etapas, y principalmente en las mediciones del consumo que los usuarios tienen en sus viviendas.
En las viviendas debemos verificar los consumos de agua, gas y electricidad; esto al unirlo a lo destinado para que funcione la parte pública, permite determinar y consolidar la demanda energética total.
Sí a lo anterior le sumamos la creciente utilización de las energías renovables, podemos fomentar un gran ahorro energético que beneficie también la disminución de gases dañinos para nuestra atmósfera.
Ya varias de las más importantes ciudades del mundo trabajan para convertirse en una smart city; y hay 5 que se ubican en la vanguardia por sus avances. Tokio en Japón, Londres en Inglaterra, Nueva York en Estados Unidos, Zurich en Suiza y París en Francia son ciudades que tomando en cuenta los parámetros establecidos, logran calificar como urbes que están integrando las tecnologías y las aplican para mejorar la administración de sus recursos energéticos y las necesidades de sus habitantes.
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