Felipe Hernández G.
La reconstrucción de la memoria histórica de los lugares y sitios que de manera espontánea se van conformando en los pueblos y ciudades durante su devenir, están sujetos a las limitaciones que presenta la oralidad y la memoria como fuentes para la historia, dada la reinterpretación de los recuerdos a través del tiempo. Como consecuencia, existe en muchos casos una tendencia asociada al fenómeno de la idealización de los supuestos y de los afectos por los tiempos idos. Sin embargo, apelando a la rigurosidad de la ciencia de la historia, es preciso considerar para el análisis reconstructivo, los elementos que la connotación del juicio testimonial de cada actor aporta en un contexto temporo-espacial con ideales y convicciones propios en un entorno muchas veces adverso que es posible reivindicar en nombre de los habitantes de un pueblo anónimo que reclaman su lugar como creadores de la historia.
Los supuestos antes señalados son un referente para abordar el proceso reconstructivo del SECTOR EL ZAMURO, en la parroquia Valle de la Pascua, estado Guárico, comunidad localizada geográficamente al sureste de la ciudad, conocida tradicionalmente como Barrio El Zamuro. En sus inicios el barrio El Zamuro era todo el sector que se extendía desde el final de la calle Las Flores, llegando por el Norte, hasta la prolongación de la calle Real, salida hacia Tucupido; al Este, el sitio de Tueste y la finca del señor Antonio Bandres, por el Sur, la quebrada de La Pascua que lo separaba del sector Guamachal, y al Oeste, hasta la avenida Libertador (sector de la Escuela “Francisco Lazo Martí” y sus alrededores, que eran potreros ganaderos. La llamada Laguna del Pueblo llegaba hasta las inmediaciones de la citada escuela, por lo que en el sitio abundaban las plantas de bambú y otras plantas acuáticas). No es casual, que la esquina de la calle Las Flores c/c la avenida Libertador se llame la esquina de “El Bambú”. La avenida Libertador fue construida en 1957 por la dictadura de Pérez Jiménez, durante la gestión como gobernador del Guárico del coronel Roberto Casanova. Antes de 1957, dicha avenida se llamaba calle La Atascosa.
Límites: El crecimiento poblacional que ha experimentado la ciudad en su devenir, ha hecho que el espacio geográfico del sector El Zamuro paulatinamente se haya ido reduciendo. En la actualidad, sus límites son: Norte: Parque La Laguna del Pueblo. Este: Sector Minas de Arena; Sur: Quebrada de La Pascua, que lo separa del sector Guamachal, y Oeste: Avenida Libertador (alrededores del lugar donde estuvo el Banco Fondo Común, la Escuela “Francisco Lazo Martí”, la antigua sede de Aprolegua, el Banco Mercantil y el Centro de Comunicaciones CANTV). Pudiéndose decir, que al sector lo separa del Casco Central de la ciudad, la avenida Libertador, en el tramo comprendido entre las calles Descanso y El Roble.
El lugar donde se erigió el Hospital “Rafael Zamora Arévalo” era parte de la Laguna del Pueblo, las familias que vivían en los alrededores fueron reubicadas. Con esa gente se formó el barrio Minas de Arena. Por otra parte, la urbanización La Arboleda, construida en los años 90, era un potrero llamado Puerto Escondido, cuyo propietario fue el señor Juan Tabal, así está registrado en el croquis de Catastro del Municipio Infante.
Historia: Desde el punto de vista histórico, El Zamuro es uno de los barrios más antiguos de Valle de la Pascua, sus primeros habitantes se ubicaron en un despoblado a la orilla del camino que saliendo desde Valle de la Pascua, pasaba por los lugares siguientes: actual urbanización Los Cerritos, finca que fue de don Antonio Bandres, sitio de hato Fogoncito (posesión que fue de don Eloy Muñoz; de la familia Flores Díaz…); Loma de Piedra, Sabana Larga… Tucupido… El camino al que se hace referencia era antiguamente llamado: camino real de la Nueva Barcelona, luego se llamó camino real de El Zamuro y hoy es la prolongación Este de la calle Las Flores de Valle de la Pascua (el cual discurre por el costado norte del Hospital “Rafael Zamora Arévalo”).
Existe consenso que el poblamiento del sector surgió de manera espontánea y el nombre es atribuido al origen racial y al color de la piel de sus primeros habitantes: afrovenezolanos, por lo cual el sitio a finales del siglo XIX y hasta la cuarta década del XX aproximadamente, también era llamado de manera despectiva “La Zamurera”. Se sabe que las primeras familias eran de apellido Romero. Se desconoce el lugar de donde procedían. Gente de color, pobres, de origen campesino que construyeron sus viviendas a la vera del camino y se dedicaban a sembrar pequeñas sementeras o conucos en la riberas de la quebrada de La Pascua, a trabajar como jornaleros, peones agrícolas, cargando agua en burros, con agajes y barriles desde la Laguna del Pueblo y cortando leña en los bosques vecinos para vender a quienes lo requerían, especialmente a las familias pudientes de La Pascua, que además “concertaban” a las mujeres del sector para realizar oficios domésticos: lavar, planchar, cocinar…
El productor agropecuario y exgobernador del estado Guárico, don Facundo Camero Velásquez, refería que su suegro, el señor Ángel Rafael Arzola, quien tenía potreros en Guamachal, le contaba que “los primeros habitantes de El Zamuro habían sido esclavos o descendían de esclavos”. Lo que permite inferir hipotéticamente, que después del 24 de marzo 1854, una vez abolida la esclavitud en Venezuela por el presidente José Gregorio Monagas, o más tarde, al finalizar la Guerra Federal, después de la firma del Tratado de Coche, el 23 de abril de 1863, se inició espontáneamente el poblamiento del sitio con ex-esclavos, libertos o manumisos vinculados consanguíneamente o que provenían de un mismo dueño, de ahí el apellido Romero.
Dado el supuesto origen social y la actividad económica a que se dedicaban los primeros pobladores de El Zamuro, formarían parte de la clase campesina que socialmente se gestó después de la independencia, especialmente a partir de 1830, que se incrementó significativamente a mediados del siglo XIX, constituyendo la categoría definida por Federico Brito Figueroa (1986), como campesinos enfeudados: “clase social que va apareciendo durante la guerra de independencia al darle libertad a los esclavos y también con las diferentes leyes de manumisión, que se acrecienta exponencialmente a raíz de la abolición de la esclavitud”.
Un elemento que da fuerza a la hipótesis sobre el supuesto poblamiento por descendientes de ex-esclavos o libertos, tiene que ver con la celebración del día de San Juan con toque y repique de tambor, cantos y bailes de negro, que el 24 de junio de cada año se hacía en la comunidad El Zamuro hasta los años treinta del siglo XX aproximadamente, así lo señala el escritor e investigador de la negritud en el Guárico y en Venezuela, Arturo Álvarez D’Armas (UNERG), quien apoya su afirmación con testimonios aportados por el señor Pedro Chacín, trabajador vallepascuense residenciado en la urbanización Rómulo Gallegos de San Juan de los Morros, quien le contó que “siendo muy joven conoció la comunidad y recuerda la celebración del día de San Juan y el toque y baile de tambor en el lugar”. Tal aseveración la corrobora José Mejías (Marusa) músico y albañil vallepascuense, de 83 años, quien informó lo siguiente:
Mis padres Luis Felipe Pérez y Ana Delfina Mejías se vinieron a principios del gobierno de Gómez de un lugar llamado Sabana Larga, donde vivían, en la vía de Tucupido más adelante de Loma e’ Piedra, a vivir en El Zamuro… Ellos decían que ahí lo que vivía era una negrera… que según habían sido esclavos, por eso al lugar la gente lo llamaba La Zamurera. El Zamuro lo comenzaron a llamar después… Ahí se hacían bailes todos los fines de semana; el 24 de junio cantaban, bailaban, repicaban y tocaban un tambor en honor a San Juan, aquello era una fiesta, yo me acuerdo, estaba ya grandecito, eso se hizo como hasta los años cuarenta más o menos, porque yo nací el 4 de agosto de 1928… Después que los mayores se fueron muriendo eso se fue acabando porque a los muchachos como que les daba pena… después sólo se tocaba arpa, cuatro y maracas, yo soy músico, toco arpa, cuatro, guitarra y maracas… lo que sé lo aprendí en El Zamuro viendo tocar… El Zamuro era una sola calle de tierra pero La Pascua fue creciendo y al lugar llegaron a vivir gentes de otras partes… Recuerdo que ahí vivían con sus familias, Juan Santana, Jesús Hernández, ¿? Requena, María Bruna Requena, Cándido Leal… habían como cien casas más o menos, eso era en los tiempos en que mandaba.
El sitio de Sabana Larga, hoy desconocido, viene desde La Colonia, en 1783 cuando el obispo Mariano Martí en su visita pastoral por la Provincia de Venezuela, procedente de Santa María de Ipire, Chaguaramal (Zaraza), y Tucupido, estuvo en el sitio del Valle de La Pascua, “el volumen poblacional que vivía en el sitio impresionó al Obispo, por lo que decidió separarlo del Curato de Chaguaramas, decretando la creación del Nuevo Curato de Nuestra Señora de la Candelaria del Valle de la Pascua, señaló como límite Este (naciente), ese lugar: “…Que se establezca la iglesia parroquial en el alto que llaman de los Pozitos que es casi el centro del territorio y tenga por linderos al Oriente el sitio de Sabana Larga hasta donde se cuentan cinco leguas poco más o menos…”.
A mediados del siglo XX vivían en El Zamuro, Anastasio Muñoz, Gregoria Requena, Juan Abraham, María Segura, Ana Delfina Mejías, Bartolo Muñoz, el señor Monía que era barbero, entre otros. En la memoria de las personas de mayor edad que todavía viven (Juan Ramón Escorche, José María Mejías “Marusa” y José Jerónimo Fernández “Galifa”), reposan los nombres de personajes populares que otrora vivieron en el lugar, entre ellos destacan: José Mejías llamado popular y jocosamente “Zamuro e’ palo” porque era muy negro, María Segura y Juan Rafael Hernández, apodado “Cari-Cari”.
En conversación con José Jerónimo (Galifa) Fernández, personaje popular de 62 años, residenciado al inicio de la calle Guamachal a media cuadra del Liceo “José Gil Fortoul”, refirió lo siguiente:
Cuando yo tenía como ocho años, mis padres Juana Rafaela Fernández y José Antonio (Chicho) Quintana y mis hermanos: Juan Leonídas (Juan Garrinche), María Felicita y Rosa Fernández, nos vinimos de Loma de Piedra donde vivíamos, a vivir a El Zamuro, eso fue a finales de la dictadura del general Pérez Jiménez, porque yo tenía como ocho años, de ese tiempo y de los años sesenta, recuerdo que El Zamuro no estaba tan poblado como ahora… vivíamos al comienzo de la calle El Zamuro, al lado de un bar que era de Luis Delgado, el cual quedaba en donde ahora está la sede del Banco Fondo Común… más arriba vivía que yo recuerde María Mejías, que era una señora negra, casada o mujer de ¿? Chacín, un señor que trabajaba en Los Gallegos como barrendero, eran los padres de unos morochos de los cuales a uno le decían Chano… Ramón Machado era dueño de la única bodega que se llamaba “La Ceiba”, por una ceiba grandota que todavía está ahí. Al frente vivía María Segura, en su casa siempre había mujeres y alquilaba cuartos con ventilador por un rato… Cari-Cari era un policía, popularmente le llamaban “Juan Cari-Cari”… Él siempre se disfrazaba de toro, pitaba y bramaba igual que un toro, le decían el policía de los circos, porque cuando estos venían a La Pascua, en el comando lo mandaban para que los cuidara, era muy aficionado al juego de cartas y la gente decía que tenía mañas, cuando iba perdiendo hacia juegos extraños y adivinaba las jugadas de los contrarios, era un patuquero… Marusa era músico y barbero, cobraba un bolívar por afeitada, ahora él vive en El Rosario… La gente que vivía en El Zamuro se dedicaba a la agricultura por la quebrada de La Pascua, en lo que ahora es Los Cerritos, en San Jacinto y la parte de atrás del Tecnológico, que eran tierras de Dimas y Chicho Alvarado. Muchos trabajaban como obreros, también se hacían cayapas (ayuda por ayuda) porque no había dinero para pagar… recuerdo a Félix Contreras y a María Ruiz que era una señora que usaba unos vestidos largotes hasta los tobillos y le gustaba tomar aguardiente. Los hombres y los muchachos de El Zamuro eran aficionados a pescar en las lagunas La Peruchera y La Peperita (detrás del Hotel San Marco) y en la laguna de El Infierno que quedaba más allá de El Tiuna… En la calle El Roble, más adelante de la casa del Ing. Galavis, por la otra acera (entre La Morita y la 23 de Enero) había una casa que la llamaban de las dos palmas… siempre hacían fiestas, velorios de cruz, tocaban tambor y bailaban…
Según explicaciones dadas por Arturo Álvarez D’Armas (2011), en esta parte del llano, en las festividades de origen negroide se utilizaba el cumaco, que es un tambor tubular ligeramente cónico con un parche claveteado de cuero de venado en la parte superior y abierto por la parte inferior. Su longitud oscila entre 85 y 88 centímetros. Se fabrica con tronco de guayacán, bucare o de pericoco (rolo). Para su ejecución el instrumento es acostado en el suelo y sobre él, el ejecutante se sienta a horcajadas y con las manos toca (repica) el cuero y una o dos personas le dan al cuerpo del tambor con dos palitos. Refiere Isabel Aretz en su obra Instrumentos musicales de Venezuela (1967), que “en los años cuarenta del siglo XX, el Prof. José María Cruxent vio un tambor similar en el Caserío El Arbolito, al Este del pueblo de El Sombrero…” y al Oeste de Chaguaramas.
En el Zamuro vivía María Segura, que regentó durante mucho tiempo una especie de casa de citas, también existió un cabaret en la esquina de la calle Las Flores c/c Sucre. Las ruinas de la vieja casona se mantuvieron en pie hasta hace poco, la existencia de estos serrallos permitió que por mucho tiempo el sector fuera considerado zona de tolerancia, “famoso” por las esporádicas riñas y líos de faldas, especialmente los fines de semana. Cari-Cari fue un policía que en los días de fiesta solía disfrazarse de toro, con un par de cuernos muy bien atados y adornados, en las reuniones públicas y fiestas populares mugía en medio de la calle, para susto de las damas y los niños a quienes les envestía. Fue compañero de parrandas del célebre “Tarugo de La Caimana”, don Encarnación Rivero, quien disfrazado de burriquita cantaba e improvisaba versos, que dedicaba a los asistentes a eventos y actos públicos para que le obsequiaran dinero.
De estos recordados personajes escribió una crónica el Ing. Manuel Soto Arbeláez (2009), donde se lee lo siguiente: …Allí, en El Zamuro, existió un hombre popular que se vestía de toro, con unos cachos bien amarrados y enjaezados con pintura y papelillo, y salía por las calles vecinas con un coro de muchachos detrás de él. Lo hacía en cualquier época del año. Era de profesión policía municipal. Aguardentoso. De color blanco, de buen porte. Flaco y desenvuelto. Se le conocía como Cari-Cari, con nombre de pila Juan Rafael Hernández Belisario. La gente dice que además de policía era guardián de un burdel de mala muerte cuya dueña era la «madame» María Segura. La última vez que hizo de «Toro» fue en la Semana Santa del año 1955, creo, cuando con su coro de muchachos se acercó a la plaza Bolívar y viendo que había feligreses esperando que abrieran la iglesia, los embistió. La gente creyendo que los iba a cornear lo evadió con un lance, con tan mala suerte que Cari-Cari quedó con uno de los cachos metido en una unión de las tablas de la puerta, y si la gente no lo auxilia con prontitud el pobre hubiera resultado desnucado. […]…Los resuellos aguardentosos de dolor del cornúpeta al encajarse en una de las jambas de la puerta ojival central se oían por doquier, más los fieles se lo estaban gozando sin pensar en el dolor ajeno, hasta que vino el presbítero de la Iglesia La Candelaria, Ángel Polachini y lo desencajó, ante la risa universal de parroquianos y transeúntes. Lo digo porque lo vi. No se sabe si el hombre se hubiera disfrazado de nuevo, al menos no en el centro de la ciudad.
Refiere don Celso Belisario Santaella (2011), que él conoció a María Segura, dice que: “En La Pascua de los años cincuenta y sesenta, al hablar de El Zamuro lo primero que uno recuerda es la imagen de María Segura, célebre mujer que se ganó el rechazo de las señoras de La Pascua porque supuestamente hacía de “celestina” de los señores de aquella época, propiciando amoríos y encuentros de parejas en su casa… ella era una mujer de edad indescriptible, morena, “bajita y flaquita”, “alegre y dicharachera” pareja de Manuel Álvarez…[…] el 3 de mayo en La Pascua nadie se pelaba los velorios de cruz que en ese barrio organizaba María Segura… tenían fama… cuando eso El Zamuro eran sólo lo que hoy llaman calle Las Flores después del rabo de La Laguna y una o dos callecitas o caminitos más que iban a unas casitas de por ahí mismo… El Zamuro comenzó a crecer fue después que vino Rómulo Betancourt en el 62 y colocó la primera piedra donde se iba a construir el hospital… ahí fue cuando el Concejo Municipal comenzó a trazar calles y asignar parcelas, que nadie quería porque esa zona no tenía muy buena fama…
En concordancia con lo anterior, el profesor y concejal Martín Seijas (2011), refirió que un personaje popular de profesión “todero” de nombre Don Fabián… le había contado antes de morir que “los velorios de cruz de María Segura eran tan famosos en La Pascua, que en una oportunidad después de un velorio, realizó un papagayo con la imagen y tamaño de tan peculiar dama, el cual voló en el campo El Bolívar… aquello fue apoteósico…”.
El recordado pelotero Rosendo Segura, nacido en El Zamuro, fue hijo de Dilia Segura y sobrino de María Segura, el stadium del Sector La Concordia lleva con orgullo su nombre como epónimo.
Otro personaje popular de El Zamuro de los años cincuenta del siglo XX, fue Luis Guaricongo. Doña Elvira Álvarez de Ardizzi, informa que ella lo conoció, lo describe como “un negro chato saporreto, no muy alto, echador de bromas y mamador de gallo, ese vivía por los lados de El Zamuro, yo lo recuerdo, tenía yo para ese entonces como trece o catorce años, porque yo nací en 1942, a él le decían era Guaricongo,… yo creo que ese era un sobrenombre… ”. A este popular y singular personaje, el maestro y poeta vallepascuense, Víctor Vera Morales, lo inmortalizó en el poema titulado El Zambo Luis Guaricongo, que dice así:
Un garrote bajo el brazo / y una faja en la cintura / le despuntó el corazón / dejándole la llanura. / Entre El Zamuro y Cruz Verde / nació este zambo hablador, / jactancioso, parrandero, / y afortunado en amor. / El Zambo Luis Guaricongo / dueño de la negra Rosa, / la negrita más sabrosa / que le desveló el rezongo. / En Pueblo Nuevo escuchaba / como la gente decía / que la negra si valía / en oro lo que pesaba. / Y el Zambo tan malicioso / esperaba una ocasión / de encontrar la negra Rosa / jugándole una traición. / Un día de La Candelaria / dos de febrero por cierto, / se le presentó el momento / que tanto el Zambo esperaba.
De fiesta en la calle Abajo / el pueblo con alegría / puso el joropo en un patio / que daba a una pulpería. / El arpa afinó sus cuerdas / porque la negra venía / tongoneando la cintura / y el pecho le sonreía. / El Zambo Luis Guaricongo / espiaba como un felino. / Agarró su cola e’ gallo / y pa’ el joropo se vino. / Encontró a la negra Rosa / pegándose un palo e’ ron / con su cuerpo pegadito / al del negro Juan Ramón. / El Zambo Luis Guaricongo / se portó como un hombrón / y agarró por la pechera / al negrito Juan Ramón / quien le dejó entre las manos / la sangre del corazón.
De la descripción que en el poema se hace del personaje y su ambiente, se pueden hacer varias precisiones que coadyuvan a la reconstrucción histórica del antiguo barrio El Zamuro, entre ellas, las siguientes:
La palabra Zambo, designa a una persona mestiza de piel oscura, producto de la mescla de negro(a) e indio(a).
La palabra Guaricongo, revela la presencia africana en la zona. El investigador cubano Fernando Ortiz (1991), dice que guari, es una palabra de origen congolés, con la que se designa a la gallina de guinea, en Angola y El Congo (p. 221). Pudiéndose inferir, que las personas de ascendencia africana que vinieron a Valle de la Pascua y se establecieron en lo que hoy se conoce como sector El Zamuro, eran de origen Congo.
Por otra parte, Guaricongo forma parte de un canto que en homenaje a San Juan, se hace en los pueblos de Barlovento (específicamente en Higuerote, San José de Barlovento, Caucagua, Río Chico, Guatire, etc.). Recuérdese el verso que a modo de estribillo dice: San Juan Guaricongo / cabeza pelá / el año que viene / te vuelvo a bailá.
Organización Geográfica del Espacio: La organización espacial del Sector El Zamuro se inició en el año 1962, cuando el presidente de la República, don Rómulo Betancourt colocó en el lugar la primera piedra donde se construiría el Hospital Rafael Zamora Arévalo. En ese entonces, siendo gobernador del estado Guárico, don Juan Manuel Barrios; prefecto de Valle de la Pascua, el Dr. Orlando Salazar y presidente del Concejo Municipal, el señor Manuel Esteban González, se demarcaron las calles del sector, a saber:
Prolongación hacia el Este de las calles El Descanso, Las Flores, Bolívar, El Roble, Los Pinos y Circunvalación; se trazaron las calles 23 de Enero y La Morita. Otras calles del sector, son: Sucre y La Ceiba. El Hospital Rafael Zamora Arévalo fue inaugurado por el Dr. Rafael Caldera el 17 de noviembre de 1973, durante su primera gestión como presidente de la República. El gobernador del estado era don Alejandro Rodríguez Guzmán; prefecto de Valle de la Pascua, el Dr. Omar Salomón Pérez y presidente del Concejo Municipal, el señor Rafael López.
Sector Isaguay: En el año 2002 se produjo la invasión de un terreno vacuo ubicado en el cruce de la calle Las Flores con Circunvalación y el sector Minas de Arena. El año 2007, el exgobernador Eduardo Manuitt Carpio compró el terreno y se lo otorgó en comodato a la OCV Isaguay, de ella tomó el nombre el espacio invadido. Como las viviendas que iba a construir la OCV no se construyeron, se anuló el contrato de comodato y se anexaron al sector El Zamuro. En la actualidad las viviendas de ese sector son muy precarias, casi todas son ranchos sin servicios.
Estrato Social y Actividad Económica: Para el año 2011, el sector El Zamuro es habitado mayoritariamente por una importante masa de población activa (48% aproximadamente), conformada por ciudadanos trabajadores que prestan servicios en las diversas instituciones públicas y privadas de la ciudad, entre ellos destacan, profesionales universitarios (educadores, enfermeros, médicos, abogados, ingenieros, economistas, técnicos, administradores, entre otros); además de comerciantes, mecánicos, productores agropecuarios, trabajadores independientes, empleados administrativos, secretarias y obreros.
Por el nivel de ingresos, el tipo de vivienda y las actividades laborales que realizan, socialmente los habitantes del sector se ubican en los estratos de clase media-media y media baja y un reducido porcentaje en el estrato de clase media alta.
Insigne vecina del sector fue la Prof. América Escobar de Martínez, formadora de generaciones en las aulas del Liceo “José Gil Fortoul”, educadora comprometida de indudable liderazgo cultural en Valle de la Pascua, estuvo entre los miembros fundadores de la Cruz Roja, la Sociedad Anticancerosa y la Orquesta Sinfónica “Prof. Carlos Antonio Montilla” de la cual llegó a ser presidenta. Fundó y dirigió la Escuela de Líderes Comunitarios y apoyo denodadamente los Encuentros de Historiadores celebrados en la ciudad. La Prof. América Escobar falleció el 6 de octubre de 2010. En su hermosa casona de mampostería “La Martinera”, ubicada en la calle Sucre del sector El Zamuro le sobreviven su esposo, el Prof. Ramón Santiago Martínez, sus hijos y nietos.
Población y Viviendas: Según el Censo de Población y Vivienda realizado por el Consejo Comunal de El Zamuro en agosto del año 2010, para esa fecha el sector tiene una población de 1.046 habitantes; 385 con edades comprendidas entre 0 y 14 años y 681 personas mayores de quince años. En el sector están residenciadas 385 familias que viven en las 325 viviendas censadas.
De las viviendas censadas, sus características son las siguientes: 37 ranchos; 240 casas de bloque, y 48 viviendas están en construcción.
SECTOR EL ZAMURO
DISTRIBUCIÓN DE POBLACIÓN Y VIVIENDAS (Agosto 2010)
Nº de Familias | Nº de Habitantes | Población de
0 a 14 años |
Población mayor de 15 años | Nº de Viviendas | Tipo de Viviendas |
385 |
1.046 |
385 |
681 |
325 |
– 37 Ranchos.
– 240 Casas. – 48 Casas en construcción. |
Fuente: Censo efectuado por el Consejo Comunal del Sector El Zamuro. Agosto 2010.
Instituciones y Comercios del Sector: Algunas de las instituciones públicas, comercios y servicios localizados en el sector El Zamuro para el año 2011, son los siguientes:
– Prolongación calle Descanso: EB y PE “Francisco Lazo Martí, Boutique Ana María.
– Prolongación calle Las Flores: Sede de Fondo Común, un expendio de comida, Autolavado, Quiosco de venta de loterías y un taller de reparación de electrodomésticos.
– Prolongación calle Bolívar: Panadería Libertador, Rodamientos “Roadmig”, Club La Morita, Carpintería-Cooperativa “Pica-Pica”, Pollo Frito-Cooperativa “El Gran Patriota”, Laboratorio Clínico “Inmaculada”, Hospital “Rafael Zamora Arévalo”, Colegio “Juan Pablo II”, un taller mecánico, Quiosco “Johnny Medina” y un Electro-Auto.
– Prolongación Calle El Roble: Centro de Telecomunicaciones CANTV, Centro de Copiado, Centro de Conexiones “Yurnel”, Distribuidora de Alimentos, Charcutería y Víveres “Los Ori chas”; y el Instituto Nacional de Salud y Prevención Laboral (INSASER).
– Prolongación Avenida Circunvalación: Panadería Nina’s, Venta de bateas de lavar, Centro de telecomunicaciones, Licorería “El Trago II”, Gastro-Centro y Agropecuaria “Agua Fresca”.
– Calle La Morita: Silenciadores y Frenos “Don Manuel”, Taller “Perdomo”, Depósito de los hermanos Cerruto.
– Calle 23 de Enero: dos residencias estudiantiles, parada de autobuses y taxis, Lunchería El Zamuro, Alpargatería y reparación de calzados, Restaurant, Agencia de Loterías “Triple Suerte”, Arepera “La Gran Parada de La Pascua”, Nescafé, Farmacia Popular III y Bodega Mercal.
– Calle Sucre: Establecimiento comercial “La Martinera” (Casa de habitación del Prof. Ramón Santiago Martínez).
– Calle La Ceiba: El Club “Los Mangos”, Instituto de Regeneración “Nuevo Jerusalén” y una herrería.
Recreación: El Sector cuenta con el Parque Infantil y de Recreación “La Morita” y una cancha deportiva en la calle Las Flores; además colinda con el Parque “Laguna del Pueblo”.
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El Barrio El Zamuro quedó inmortalizado en dos poemas del educador y poeta vallepascuense, Prof. Miguel González Contreras, publicados en su poemario Casimba (1978), el primero titulado Mi Pueblo fue escrito en 1952, en él recrea al sector con el verso siguiente:
Alto del Llano, / ese mi Pueblo, / tierra y lagunas, / valle de pascuas / y de mujeres / que son un sueño. […] Acá El Zamuro / apaga su sed / en la vieja laguna; / allá el Cementerio / asomado al Bajo, / y El Vigía en el cerro…
Luego en 1956, en el poema Canto a La Pascua, en una de sus estrofas le canta nuevamente a El Zamuro, a saber:
…La Atarraya y Calle Abajo / del muchacho pendenciero, / por el medio La Laguna, / un embrollo mañanero; / viejecitas de El Zamuro / cuenteando en el lavandero, / y allá por la Calle Real / el pregonar del leñero…! […] Pascua de Gladys Hernández / con su trato placentero; / Pascua de Jopo y su andar / divulgando el noticiero…! / Mi Pascua del nombre alegre! / Mi Pascua, Pueblo sincero! / Para cantar a La Pascua / hay que quitarse el sombrero…!
REFERENCIAS, NOTAS Y TESTIMONIOS
ARETZ, Isabel. (1967): Instrumentos Musicales de Venezuela. Cumaná: Universidad de Oriente. P. 76.
BRITO FIGUEROA, Federico. (1986): A Propósito de las Clases Sociales en Venezuela. Caracas: Universidad Santa María. Fondo Editorial Lola de Fuenmayor.
FUNDACIÓN POLAR. (1990): Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas: Editorial Ex Libris.
GONZÁLEZ CONTRERAS, Miguel. (1978): Casimba. San Juan de los Morros: Editorial Los Llanos. pp. 75, 77.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2006): América Escobar de Martínez. Educadora Inolvidable. Valle de la Pascua: Periódico El Reportero, Noviembre 2010. Año 3. Edición 38. p. 22.
HERNÁNDEZ G. Felipe. (2006): Historia de Valle de la Pascua. En los Llanos del Guárico. 1725-2000. Caracas: Tipografía de Miguel Ángel García e hijo. p. 170.
MARTÍ, Mariano. (1999): Documentos Relativos a su Visita Pastoral de la Diócesis de Caracas. Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. p. 155.
ORTIZ, Fernando. (1991): Glosario de Afronegrismos. La Habana-Cuba: Editorial de Ciencias Sociales. 2da edición. Prólogo a la 2da edición, Dr. Sergio Valdez Bernal. P.221.
PÉREZ GUEVARA, Luis. (2009): El ayer de la princesa / Valle de la Pascua. Barquisimeto: Editorial Horizonte CA. Tercera edición. p. 108.
SOTO ARBELÁEZ, Manuel. (2009): Cari – Cari. Valle de la Pascua: Diario Jornada, 21/60/2009. p. 5.
SOTO ARBELÁEZ, Manuel. (2007): Tips del Guárico Oriental (6). Valle de la Pascua: Diario Jornada, 29/11/2007. p. 5.
VERA MORALES, Víctor. (s/f): Arpa, Cuatro y Maracas. Poesía popular venezolana. Caracas: Editorial Lisbona, CA. pp. 27-29.
TESTIMONIOS:
ARTURO ÁLVAREZ D’ARMAS. (UNERG). Conversaciones varias.
CELSO BELISARIO SANTAELLA. Conversación, miércoles 25 de mayo de 2011.
ELVIRA ÁLVAREZ DE ARDIZZI. Conversación, martes 8 de junio de 2011.
FACUNDO CAMERO VELÁSQUEZ. (Exgobernador del Estado Guárico,1979-1980). Conversaciones varias.
JOSÉ GERÓNIMO FERNÁNDEZ (Galifa). Conversación, domingo 15 de mayo de 2011.
JOSÉ MEJÍAS (MARUSA). Entrevista efectuada por el autor, el jueves 5 de mayo de 2011 en el salón de sesiones del Concejo Municipal del Municipio Leonardo Infante.
MARTÍN C. SEIJAS. (Profesor y Concejal). Conversación, jueves 26 de mayo de 2011, salón de sesiones del Concejo Municipal del Municipio Leonardo Infante.
PETER SÁNCHEZ. Vocero principal de la Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria del Consejo Comunal El Zamuro. Entrevista efectuada por el autor, el lunes, 9 de mayo de 2011, en el Concejo Municipal del Municipio Leonardo Infante.
UNESR/Cronista Oficial del Municipio Leonardo Infante // fhernandez457@yahoo.com // Julio 2011
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