Técnicos e investigadores venezolanos fabricaron y se mantienen evaluando las prestaciones de una celda solar fotovoltaica, la cual es la primera fabricada totalmente en el país, que ayudará al desarrollo con alto potencial de aprovechamiento industrial y económico
Este logro lo informó Pedro Grima Gallardo, presidente del Centro de Investigaciones de Astronomía (Cida), quien destacó que fue todo un éxito la fabricación de la celda solar totalmente funcional, «es un éxito, por el positivo resultado en breve tiempo y por el potencial de escalamiento industrial».
Asimismo participó el martes de esta semana en la conformación del Consejo Científico Tecnológico de la Región Los Andes, articulación instruida por la Vicepresidencia Ejecutiva de la República, que sirvió de contexto para la divulgación del reciente logro, en materia de aprovechamiento de la energía solar.
«Esta es posiblemente, la primera celda solar fabricada en el país», afirmó Grima Gallardo en una entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias (AVN). El desarrollo e investigación, por período estimado de un año, se llevó a cabo en instalaciones del Centro Nacional de Tecnologías Ópticas (CNTO), adscrito al CIDA y situado en el municipio Libertador de Mérida, actividad que financió el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT).
Luego de concretar las rigurosas evaluaciones los mismos esperan proyectar a una fabricación de un módulo fotovoltaico de 50 celdas, objetivo que trazan a plazo de un año, para pasar luego a construir un panel de 2500 células fotoeléctricas.
Energía limpia y sostenible
Los investigadores nacionales coinciden en que el desarrollo de celdas solares hechas en Venezuela se inscribe en una amplia tendencia mundial, volcada a la generación de energía limpia y sostenible, que sustituya de manera progresiva el masivo uso de combustible fósil en la producción de electricidad.
«Es una tendencia creciente», apunta Grima Gallardo, y señala que la tecnología actual permite generar un vatio de energía por céntimo de dólar, lo que proyecta a las celdas fotovoltaicas hacia la competencia por el mercado energético doméstico, civil y automotriz, capitalizado hasta ahora por combustibles provenientes de hidrocarburos. Aunque no se pretende escalar desde cero en la producción de fotocélulas, el sector ciencia tiene la mirada puesta en las riquezas minerales venezolanas.
«No hemos tenido la necesidad de ir a la materia prima nacional, pero tenemos toda la intención de hacerlo», aseguró el presidente del CIDA, al ser consultado sobre el posible aprovechamiento y procesamiento de minerales venezolanos en la fabricación de celdas.
Existen diferentes combinaciones de minerales con capacidad para absorber fotones y emitir electrones (efecto fotoeléctrico), materias primas que posiblemente se encuentran en territorio nacional y que podrían ser procesadas y refinadas en el país, con la formación, investigación e inversión apropiados.
Para culminar la formación de talento humano nacional, que ya se encuentra cursando doctorados en Bielorrusia, e instalar una fábrica de celdas para trascender el desarrollo en laboratorios, serían otros dos peldaños en el escalamiento de la futura industria fotoeléctrica venezolana, a mediano y largo plazo.
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