Ya van dos casos en el estado Guárico
12 de octubre del 2017.-
Fuente. El Tubazo Digital.-
Calabozo.- Con ilusión vivió Rita Marina Pérez Utrera su segundo embarazo. Ya había pasado por uno totalmente exitoso. Su hijo mayor de 7 años era el centro de su universo y ahora otro pequeño vendría a alegrar sus días pero a la corta edad de 25 años, la vida de Rita se apagó luego de una semana de haberle practicado una cesárea en el hospital Dr. Francisco María Urdaneta Delgado de Calabozo.
El 29 de septiembre se le practicó la cesárea a esta joven calaboceña pues el bebé no estaba en posición para un parto natural que fue como trajo al mundo a su primer hijo. La Dra. Dairís Cancines fue la encargada de practicar el procedimiento según refieren familiares de Rita.
“Estas suturas están vencidas”, aseguró Rita a su familia en sus momentos de conciencia que expresó molesta la doctora que la intervino.
“Hermana yo creo que a mí me cocieron con esas suturas porque sentía como se partían”, confiesa Armedis de Graterol que le dijo su hermana en medio al sentir los posteriores dolores.
A Rita Marina la pincharon en tres ocasiones para colocarle la anestesia pero ella igual quedó sintiendo parte de lo que se le practicaba.
Desde que salió de quirófano aquel 29 de septiembre la vida de esta joven no sería la misma. Un constante dolor le acompañó. Aseguraba que lo sentía del ombligo hacia arriba. El personal del hospital le decía que eran “gases”.
El domingo le dieron de alta a ella y a su pequeño, quien nació sin complicaciones pero el dolor persistía por lo que su hermana la llevó de nuevo al hospital el día martes 3 de octubre.
En vista de que el ascensor no funciona, la joven tuvo que ser atendida en Emergencias, en el área donde se colocan los yesos.
Le colocaron calmantes y algo para el estómago. “Siempre con el argumento de que no sabían que tenía mu hermana”, comentaArmedis de Graterol. “Me le mandaron a hacer unos exámenes y unas placas que ese día no pudimos hacerle porque en Calabozono hay ambulancias ni siquiera para traslados en la misma ciudad, además que las placas las hacían en la Pérez Guillén pero las entregan en CD y en el hospital no hay como leerlas”.
Ese día el personal de guardia decidió hospitalizar a Rita en quinto piso. Entre su esposo y dos cuñados tuvieron que subirla en silla de rueda por las escaleras.
“El miércoles le hicimos unas placas pero según los médicossalieron malas. Mi hermana seguía con el intenso dolor y la barriga le crecía aún más. Desde el día de la cesárea ella no había evacuado más. Nadie nos daba respuesta, siempre entraba un médico de guardia y la información la daba otro y así nos tenían”, relata Armedis.
En vista de la situación la familia de Rita entró en desesperación y exigió que llamaran a la doctora que había practicado la cesárea pero la respuesta fue “no tenemos su número de teléfono”.
Se comprometieron a llamar a dos médicos cirujanos quienes llegaron en horas de la tarde pero sin eco ni placa, argumentaron que tenían que hacer una cirugía exploratoria, cosa que la familia aceptó.
Los médicos argumentaron que la raíz del dolor podía deberse a:gasas internas, una limpieza mal realizada, obstrucción abdominal o gases.
“A las 9 de la noche del miércoles 4 de octubre la ingresaron a quirófano. Mi hermana salió a las doce de la noche a terapia intensiva. Me dijeron que fue que mi hermana aspiró en la operación y que se le había alojado en los pulmones por lo que había que aspirarle eso”, señaló Armedis de Graterol.
En cuanto a la causa del dolor, los médicos informaron que se había tratado de un íLeo metabólico, pero que ya eso estaba solucionado. Posterior a esta segunda intervención Rita entró en crisis.
“Los médicos nos dijeron que su condición era delicada pero que podía mejorar y que si teníamos los recursos la sacáramos de Calabozo. En todo momento les pedí que me dieran información concreta de por qué mi hermana siendo joven y sana y con un embarazo normal había llegado a ese estado. Nadie me dio respuestas, siempre se veían a las caras”, comenta Armedis.
En cuanto a la directiva del hospital, la familia de la joven señala que “vimos a la directora el día de la segunda cirugía e incluso fuimos el pasado miércoles a pedir unos exámenes que se le habían hecho a mi hermana y nos los negaron. Nos dijeron que necesitan una orden para poder entregárnoslos”.
Una vez listo el traslado, en Calabozo se le aseguró a la familia que Rita tenía su cupo en el hospital de San Juan. Al llegar el jueves 5 de octubre nadie conocía del caso de la joven y les informaron que debían llevarla hasta Caracas pero a la joven cayó en estado de shock y debió ser atendida allí.
El viernes 6 a las 5:45 am se le informó a la familia que la joven había fallecido. La autopsia arrojó shock séptico, peritonitis aguda y serositis fibrinopurulenta.
Una semana de agonía vivió Rita y su familia, quienes hasta ahora sólo piden respuestas claras de por qué esta joven perdió la vida ante lo que consideran una mala praxis médica y piden a las autoridades pronunciarse en cuanto a este caso del cual aseguran harán eco hasta que sea necesario.
Cabe resaltar que este no es el primer caso de este tipo que se conoce hay ocurrido en el nosocomio calaboceño.
Información de Lcda. Zulay Carrillo
Editora del portal web Noticias Calabozo
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