Vallepascuenses entre la escasez y el racionamiento.
Franklin Rodríguez CNP 17620
En medio de las colas de vehículos que no dejan de crecer y las esperas interminables donde se les van los días con sus noches, vallepascuenses agotan los treinta días del mes y muchos no logran utilizar el cupo de 120 litros de gasolina subsidiada, porque el carburante no llega en cantidades suficientes para abastecer a todas las unidades estacionadas en las cercanías de las estaciones de servicio.
Hacer colas no significa que voy a llenar el tanque cuando llegue la gandola. “Muchas veces cuando estamos en la cola, llega la gandola y marcan solo una parte de los carros que son los que finalmente surten, mientras el resto queda sin posibilidad de hacerlo, porque no alcanza o por cualquier otra razón que los funcionarios encargados de la custodia de las bombas justifiquen”, expresó Arnaldo Pedrique.
En caso de tener “suerte” y quedar entre los conductores con carros enumerados, tampoco es garantía de que puedo disponer del cupo de los 120 litros subsidiados y llenar el tanque completo, siempre hay un racionamiento por parte de la bomba para estirar la cantidad disponible, y terminan colocando a los carros treinta litros o menos”.
En la cola de la Orlu, Denis Escorche, dijo que el uso de esos ciento veinte litros no dependen de la persona a quien corresponde, sino a lo que deciden en las estaciones de servicio. “Esos ciento veinte litros del cupo se evaporan sin llegar a los tanques, eso es solo una referencia,el mes pasado no pude echar ni un litro y en lo que va de agosto a penas he logrado que me echen veinte litros”, explicó.
Otros choferes consultados también respondieron con los mismos argumentos. “Ese cupo de ciento veinte litros casi nadie lo recibe, la gasolina nunca alcanza y a veces te colocan unos diez o quince litros, como para que te regresas a tu casa”, expresó una usuaria que se identificó como Adelina Ramos.
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