Este proyecto ha sido adoptado por el gobierno y respaldado por la Agencia Internacional de Energía Atómica
El regulador nuclear de Japón aprobó este viernes un plan para liberar más de un millón de toneladas de agua contaminada de la planta de Fukushima al océano, lo que provocó el malestar de China.
Este proyecto ha sido adoptado por el gobierno y respaldado por la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero el operador de la planta, Tepco, aún debe convencer a las comunidades locales para seguir adelante.
El plan consiste en verter de forma paulatina al océano Pacífico más de un millón de toneladas de agua contaminada con tritio.
Se trata de un radionucleido que no puede ser eliminado por las tecnologías actuales, pero cuya dilución en el mar ya se practica en Japón y en el extranjero en instalaciones nucleares en funcionamiento, reseñó AFP.
Esta agua tritiada proviene de la lluvia, aguas subterráneas o inyecciones de agua necesarias para enfriar los núcleos de varios reactores nucleares de Fukushima que se fusionaron debido al tsunami del 11 de marzo de 2011.
Se instalaron más de mil depósitos alrededor de la planta para almacenar esta agua tritiada tras operaciones de depuración destinadas a eliminar otras sustancias radiactivas. Pero la capacidad de almacenamiento se saturará pronto.
Según los expertos, el tritio solo es peligroso para los humanos en dosis muy concentradas, situación a priori excluida en caso de que se produzca una liberación en el mar a lo largo de varias décadas, tal y como prevé Tepco.
Según estándares internacionales
El OIEA también cree que este proyecto se realizará «en pleno cumplimiento de los estándares internacionales» y que «no causará daños al medio ambiente».
Tepco tiene previsto iniciar la operación en la primavera de 2023, tras la construcción de un conducto submarino para transportar agua tritiada a aproximadamente un kilómetro de la costa.
Pero el operador todavía tiene que obtener las autorizaciones previas del departamento de Fukushima y los municipios cercanos a la planta, al mismo tiempo que está tratando de disipar las preocupaciones de los pescadores locales, por temor a las consecuencias negativas sobre la reputación de su pescado entre los consumidores.
Se encienden las alarmas
El proyecto también fue criticado por sus vecinos, China y Corea del Sur, así como por organizaciones ambientales como Greenpeace.
«Si Japón sigue poniendo sus propios intereses por encima del interés general internacional, si insiste en dar (este) paso peligroso, definitivamente pagará el precio de su comportamiento irresponsable y dejará una mancha en la historia», declaró este viernes el portavoz del Ministerio de Exteriores de China, Wang Wenbin.
El accidente nuclear del 2011
A las 2:46 p.m. del 11 de marzo de 2011 se produjo un terremoto de magnitud 9,1 a 372 km al noroeste de Tokio, a una profundidad de 245 km.
El terremoto provocó un tsunami con olas de 9 metros que dañaron varios reactores nucleares en la zona. Se trata del mayor terremoto de la historia de Japón.
En total se confirmaron más de 22.000 muertes y desapariciones combinadas (cerca de 20.000 muertes y 2.500 personas desaparecidas).
Las muertes fueron resultado del terremoto en Japón y el tsunami, y también de las condiciones de salud luego del desastre.
El agua del mar inundó los generadores que mantenían la planta de Fukushima refrigerada y con ello dejaron de funcionar. Esto causó que los reactores se sobrecalentaran y se produjeran tres fuertes explosiones.
Las personas que vivían en un radio de 20 km alrededor de la planta se vieron obligadas a abandonar sus hogares y huir del material radiactivo que se liberó.
En el primer año tras la explosión, más de 160.000 personas abandonaron sus hogares. Hoy, unas 40.000 no han regresado.
Con información de Impacto Venezuela
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